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Una joven polaca dice ser ella Una nueva –y viral– teoría ¿Fue Madeleine McCann víctima de un violador en serie... que no la mató?

Christian Brückner, encarcelado en Alemania por violación, es el principal sospechoso de la desaparición de la niña británica en Portugal. En 2021 fue acusado por una mujer irlandesa de otra violación cerca del lugar en el que Madeleine desapareció en 2007 y ha sido imputado en el caso de la pequeña, pero nunca ha confesado lo que sucedió... Ahora una joven polaca de 21 años asegura que ella es Madeleine. Los implicados en la investigación son escépticos. Brückner no habría dejado cabos sueltos.

Por Raquel Peláez

Domingo, 26 de Diciembre 2021

Tiempo de lectura: 5 min

El 16 de junio de 2004, Hazel Behan  –una irlandesa de 20 años– vivió la noche más traumática de su vida. La joven trabajaba como guía turística en Praia da Rocha, un balneario del Algarve portugués a media hora de Praia de Luz, el lugar donde tres años más tarde desapareció la niña británica Madeleine McCann. En mitad de la noche, un hombre con un gorro de lana negro a modo de pasamontañas con aberturas para los ojos entró en su habitación, le clavó la rodilla en la espalda y le puso un cuchillo en el cuello. Le ató las manos a la espalda, la amordazó y, tras golpearla con un látigo, la violó. El calvario duró una hora. Tras el ataque, el agresor le exigió que le diera dinero, la desató y desapareció. La mujer consiguió llegar tambaleándose hasta el vestíbulo del complejo hotelero en el que estaba su piso, cubierta con una toalla y con el cuerpo lleno de magulladuras y abrasiones. La policía acudió rápidamente, pero no pudieron encontrar al autor.

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El violador. El alemán Christian Brückner, de 44 años, es el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann. Cumple condena en su país por una violación y está acusado de otra.

Durante 16 años, Hazel vivió el infierno de pensar que su agresor seguía en libertad. Hasta junio de 2020, cuando, según ha declarado, «se puso enferma» al ver en los medios al delincuente sexual encarcelado en Alemania que ahora es el principal sospechoso del secuestro de Madeleine McCann, en 2007. Durante la investigación del caso McCann, ya se supo que Christian Brückner había sido condenado por otra violación que también había ocurrido en Praia da Luz, esta vez en 2005. Allí agredió a una mujer estadounidense de 72 años llamada Diana M. Un hombre con pasamontañas la ató, la golpeó, la violó y le exigió dinero antes de irse. Los paralelismos entre los casos de Hazel y Diana, según el expediente de investigación al que tenido acceso Der Spiegel, hacen muy probable que Christian sea juzgado de nuevo por la violación de la joven irlandesa. Y abre la esperanza a que se produzca algún avance en el caso McCann.

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«Yo soy Madeleine»La joven polaca Julia Faustyna, de 21 años, afirma que ella es Madeleine, basándose en un adopción «sin explicaciones» y su parecido físico, incluido un rasgo hereditario en el iris.

El nuevo capítulo acaba de producirse al proclamar una joven polaca de 21 años que ella es Madeleine. Julia Faustyna ha pedido a través de redes sociales ayuda a las autoridades para demostrar que ella es la niña desaparecida. Asegura que no recuerda su infancia, pero que hay incongruencias en el relato de su familia de adopción que le hicieron sospechar. Alega su parecido físico y, específicamente, un pequeño defecto ocular hereditario, una fractura del iris y que se muestra una mancha oscura que atraviesa el iris.

Pero todos los implicados en la investigación son escépticos: van cerca de 9.000 avistamientos de Maddie por todo el mundo, y miles de pistas falsas y todo tipo de especulaciones pero nunca nada concluyente.

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Una nueva acusación de violación. Hazel Behan reconoció a Brückner como el hombre que la violó en 2004 cerca del lugar donde desapareció Madeleine.

La principal hipótesis

El fiscal Hans Christian Wolters, que dirige la investigación de McCann en Alemania, afirma que la policía está convencida de que murió en Portugal. «Estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y la mató. Sabemos al cien por cien que es Christian Brücker», explicaba el año pasado Wolters a The Mirror. Según sus declaraciones, con las pruebas que han reunido podrán acusarlo formalmente del secuestro y asesinato de Madeleine. «Todo lo que puedo hacer es pedirles paciencia», pedía, dirigiéndose a los padres de Madeleine. «Personalmente creo que se llegará a una conclusión el próximo año. No tenemos el cuerpo ni el ADN, pero disponemos de otras pruebas». Asimismo, ha destacado que «para nosotros, no hay otra posibilidad» y «no hay esperanza de que esté viva».

La policía alemana que sigue la pista de Brücker comenzó a investigarlo por la desaparición de la niña británica tras su condena en 2019 por la violación de la turista estadounidense Diana M. Los hechos ocurrieron en 2005 a tan solo unas manzanas del apartamento que los McCann habían alquilado en 2007 para pasar las vacaciones. Con un largo historial en delincuencia, el sospechoso había huido de Alemania al Algarve para evitar la justicia de su país.

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Los padres de Madeleine siguen confiando en que ella esté viva. En la imagen, muestran una foto de su hija 'actualizada', como sería hoy.

14 años de angustia

La pequeña Madeleine, cuya imagen dio la vuelta al mundo, desapareció de su habitación el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz, Portugal, antes de cumplir los cuatro años. Sus padres habían dejado a ella y a sus dos hermanos mellizos de dos años durmiendo en el apartamento mientras se fueron a cenar con unos amigos. Los padres vigilaban a los niños cada veinte o treinta minutos durante todo el tiempo que estuvieron cenando, pero cerca de las diez de la noche la madre de Madeleine descubrió que la niña había desparecido. Tras una primera acusación en la que se llegó a creer que la niña había fallecido en el apartamento y que sus padres lo había encubierto, el fiscal general de Portugal archivó el caso por falta de pruebas. La desaparición desencadenó una gran investigación y una cobertura mediática internacional. Pero nunca se ha encontrado ningún rastro de la niña, a pesar de la identificación de Brückner como principal sospechoso en Alemania.

En un primer momento, la Policía siguió una línea de investigación según la cual el pederasta había secuestrado a la niña en Praia da Luz y, posteriormente, la había trasladado a Alemania. Posteriormente, la Policía encontró en la casa de Brückner un sótano que había sido tapiado y ocultado, por lo que pensaron que tuvo a la niña retenida en ese lugar, pero la hipótesis parece haber sido descartada tras las declaraciones de la fiscalía alemana que investiga al pedófilo.

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