Una tradición milenaria
Una tradición milenaria
En la fundición no hay ordenadores ni instrumentos electrónicos. Todas las campanas se hacen enteramente a mano. En la imagen, el grabador Vittorio Lemme comprueba si la decoración está perfecta. «Nosotros le damos su alma a las campanas», dice Armando Marinelli. Su hermano Pasquale y él son la vigésima sexta generación al frente del negocio.