Cazadores in fraganti
La naturaleza es implacable. Sobre todo, cuando se trata de alimentarse. Los premios Wildlife Photographer of the Year dejan cada año perturbadoras instantáneas animales. Es la lucha por la supervivencia.
Martes, 21 de Junio 2022, 15:20h
Tiempo de lectura: 2 min
El geco cazado al vuelo
El geco paseaba tranquilamente cuando un enemigo se abalanzó sobre él. En cinco minutos, la serpiente ya había ahogado a su presa. El geco es peleón, pero poco puede hacer frente a un oponente fuerte y volador. Se trataba de una serpiente arbórea de Tailandia, que planea en el aire para desplazarse entre árboles.
Un extra en la dieta del tucán
No forman parte de la dieta habitual de los tucanes, principalmente frugívoros, pero ¿a quién no le apetece un murciélago de vez en cuando? Los tucanes son oportunistas, así que comen insectos, huevos de aves, pequeños anfibios... y a veces algunos animales mayores si se ponen a tiro, a los que sacude y golpea hasta matar. Su pico es una poderosa arma para cazar, pero su tamaño y su color tienen que ver con su atractivo sexual: llamar la atención de las hembras.
El menú del oso: 38 renos y 18 alces
Los osos pardos pasan siete meses hibernando y, al llegar la primavera, se despiertan hambrientos. En Suecia, unos científicos con ayuda de un GPS han documentado cómo un solo oso mata 38 renos y 18 alces en dos meses. Un fotógrafo encontró estos restos de reno y pensó que sería un buen lugar para instalar una cámara trampa por si el oso volvía. Y volvió. Pero fue la última toma que hizo esa cámara.
El último abrazo al cachorro
Vista de lejos, podría ser una imagen entrañable; un elefante abrazando a un cachorro de otra especie, pero el pequeño león está devorando las entrañas del paquidermo. El elefante había muerto de forma natural cuando una manada de leones lo encontró. Los leones son cazadores, pero también hurgan en los cadáveres que encuentran. Los machos adultos comen antes que las hembras y las crías. Este joven león se quedó atrás apurando los restos.
¿Qué estás mirando?
En cuanto lo tuvo en el suelo, empezó a devorarlo. Todavía se debatía la víctima entre la vida y la muerte cuando la leona miró a la cámara de la fotógrafa. Una mirada penetrante, la sangre goteando de su hocico... apenas un segundo antes de volver a su presa.
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