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Desayuno de domingo con... Carmen Linares: «Nunca he tragado sapos por dinero. En mi hambre mando yo y eso es la felicidad»

Linares, 1951. Soy cantaora y estoy celebrando mis 40 años de flamenco con una gira de conciertos por toda España. El 24 de agosto actuaré en Tudela, para abrir el festival Flamenco on Fire.

Sábado, 13 de Agosto 2022

Tiempo de lectura: 2 min

XLSemanal. Oiga, si a los veinte ya grababa discos, usted se quita años.

Carmen Linares. ¡Nooo!, no me importa decir que he cumplido 71 [ríe]. Empecé a cantar en público hace más de 50 años. Aunque he redondeado la cifra, hoy celebro los que llevo cantando sola: 43.

XL Redondo ha sido este año: teatros llenos y el Premio Princesa de Asturias.

C.L. Sí, estoy muy contenta. El premio ha sido un regalo y un reconocimiento para mí, para María Pagés, que también lo ha recibido, y para el flamenco.

XL No es gitana ni hay flamencos en su familia. Y creció en Ávila hasta llegar a Madrid. ¡Vamos, la típica flamenca!

C.L. [Ríe]. Ya ves lo equivocados que están los clichés. Un artista se hace con la seriedad con la que se tome su trabajo, no por el sitio de donde venga.

XL Su padre era ferroviario y en su casa no sobraba el dinero. ¿Se ha tenido que tragar muchos sapos para salir adelante?

C.L. No. En mi hambre mando yo y eso es la felicidad [ríe]. Nunca he tragado sapos por dinero ni lo he necesitado.

XL En sus shows siempre hay invitados.

C.L. Sí. En Tudela será Pepe Habichuela. En el Price, de Madrid, fue Serrat; en otros, Luz Casal, Miguel Poveda...

'Había mucha libertad, cada uno hacía lo que quería, pero siempre tuve claro no enredarme en lo que no debía'

XL. ¿Cómo era su vida entre Camarón, Morente, De Lucía, Tomatito, Mercé…?

C.L. Muy bonita. Fui la última en entrar en ese ramillete de grandes artistas que luchábamos por hacernos un sitio en los tablaos de Madrid y pasárnoslo bien.

XL. Compañera de juergas y copas… ¡y casi todos pasados de vueltas!

C.L. Yo, suelo decir, nací ya casada [con Miguel Espín] y nunca iba sola. Nos reuníamos en el Café Chinitas o en Torres Bermejas al terminar de actuar. Había mucha libertad, cada uno hacía lo que quería, pero siempre tuve claro no enredarme en lo que no debía. Algunos frenaron a tiempo y otros… Había menos información de la que hay hoy.

XL. ¿Es verdad que en los tablaos había un pase especial para los guiris que iban a comer jamón y a ver bailar sevillanas?

C.L. ¡Jajaja! Sí, había un primer pase por la tarde con un cuadro más festivo para ellos. A partir de las doce empezaba el segundo, en el que estábamos Camarón, Morente, José Mercé, Meneses…

XL. Su generación desterró el carácter vulgar que algunos atribuían al flamenco.

C.L. El flamenco siempre ha sido sublime, pero algunos lo veían de gente baja sin categoría. Una pena. Hace ya años que los artistas flamencos trabajan en los mejores escenarios. El flamenco está ahora donde tiene que estar, arriba, y yo aún tengo mucho bueno que dar.

«Un zumo de naranja, que me da la vida, una tostada con ajo y aceite de oliva y un café con leche. Nunca tomo ni jamón ni huevos ni embutidos…».

Etiquetas: Cantantes