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Desayuno de domingo con... Christina Rosenvinge: 'Cuando una mujer es genial, se le inventa una leyenda negra para desanimar a las demás'

Madrid, 1964. Soy cantautora eléctrica, pero también hago cine, teatro... Hasta el 10 de julio estoy en el Teatro de Mérida y del 14 al 24, en el Grec con 'Safo'.

Jueves, 07 de Julio 2022, 09:00h

Tiempo de lectura: 2 min

XLSemanal. En Safo participa en la dramaturgia del texto, realiza la composición musical y encarna a la protagonista… ¡Vamos, que la han obligado a hacerlo! [Risas].

Christina Rosenvinge. ¡Jajaja! Sí, he tenido el lujo de poder elegir con quién trabajar y he invitado a talentos indiscutibles: Marta Pazos (directora), María Folguera (textos) y ocho mujeres en el escenario que cantamos, bailamos… y contamos historias.

XL. Safo era una poetisa griega rodeada de leyendas y de misterio. Para unos, era una semidiosa; para Platón, la décima musa…

C.R. Para mí, Safo es una 'genia' tan grande como Homero, una estrella de su época; reducirla a musa es despojarla de su genialidad

XL. Se enamoró del mismo hombre que Afrodita y la diosa la animó a lanzarse al mar desde una roca. Escena que, siglos después, reflejarían diferentes pintores.

C.R. Ese es un suicidio que se le inventó. Su poesía es una celebración de la sensualidad y del amor, y hay muchas menciones a su proceso de envejecimiento. De hecho, su sufrimiento viene por el deseo de vivir más intensamente. Si leemos sus poemas, nada lleva a pensar que se suicidara por amor.

XL. Para usted, de heroína romántica que se suicida por un hombre, nada.

C.R. Nada, de nada. Ni siquiera sus referencias a la vejez son depresivas, sino celebratorias. Cuando una mujer es genial y tiene éxito, se le inventa una leyenda negra para desanimar a las demás a seguir su camino.

XL. Por cierto, ¿se va a llevar la bici a Mérida? O los años van pesando [risas].

C.R. Sigo usando la bicicleta todo lo que puedo, pero en Madrid ya uso las del Ayuntamiento, que tienen batería, porque hay muchas cuestas. En Mérida, con 45 grados, tampoco me atrevo a pedalear, me daría una lipotimia [risas].

XL. He leído que durante la pandemia le dio por limpiar la casa a fondo.

C.R. Sí y por pedir repuestos, a través de Internet, para todas las cosas que tenía rotas. Y desmonté el horno, no te digo más. Fíjate si tenía que estar aburrida, ¡jajaja!

XL. Feminista de pro, ¿está el movimiento muy revuelto?

C.R. Sí, parece que las conversaciones se han simplificado. Pero el feminismo tiene los cimientos fuertes como para aguantar estos vendavales. Dentro del feminismo hay diferentes posturas frente a distintos temas, pero es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.

«Los domingos desayuno en un café que hay cerca de casa y tomo un par de huevos Florentina, zumo de pomelo (a veces de naranja) y café capuchino».