Hace unos meses, este militar movió los hilos en su ciudad natal, A Coruña
16 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Diego quiso cumplir con uno de los sueños de su novia el día de su boda el pasado lunes: llegar en Jeep al altar. Hace un par de meses, que este militar coruñés movió hilos en su ciudad natal. Contactó con el empresario Manuel Arenas para ver cómo podía hacer para tener este detalle con su pareja Erika. Dicho y hecho. Arenas les facilitó un Jeep Willys modelo 1944 de la Segunda Guerra Mundial. Erika, natural de Zaragoza, se vistió de novia en el Museo Militar, donde la estaba esperando su padre y padrino, y el chófer (Juan Carlos) que por expreso deseo de la novia también iba vestido con el uniforme de época. Y así, subidos en este histórico vehículo aparecieron ante los 200 invitados que les esperaban en la iglesia de Santiago, en la Ciudad Vieja.
Como ya había hecho el novio minutos antes, la novia también recorrió el pasillo de sables que le habían preparado sus compañeros de profesión, porque ambos pertenecen a la Brigada de Caballería de Zaragoza, ciudad en la que residen actualmente. En el interior de la iglesia, esperaba un impaciente novio con el uniforme de gala.
Convertidos en marido y mujer abandonaron el lugar rumbo al dique de Abrigo, -donde realizaron una sesión de fotos- en el vehículo, que previamente había sido preparado por Arenas para que el vestido de novia no perdiera su blanco impoluto. «Nunca me lo habían pedido para algo así. De hecho, al principio dudaba si era algo del novio, o si ella estaba enterada del asunto, como realmente sucedió. Pero sí, iba más contenta... ¡No sé ni como se las apañó para meter todo el vestido dentro!», explica Manuel Arenas, que confiesa la gran expectación que causó por el centro de la ciudad el recorrido a bordo de un Jeep de estos recién casados.