Monte Neme, la estrella de Instagram

AL SOL

Senén Rouco / Mila Méndez

Las aguas turquesas de sus lagunas hipnotizan en la Red pese a su turbia composición

08 dic 2019 . Actualizado a las 21:44 h.

No hay cuenta social de un aspirante a influencer gallego que se precie en la que no esté una fotografía del monte Neme. El motivo no son ni sus vistas ni tampoco su historia: la de una mina clave en la Segunda Guerra Mundial de la que se extrajeron toneladas y toneladas de wolframio y de estaño. La razón por la que enamora esta montaña, antiguo punto de encuentro de meigas, según cuenta la leyenda, son las lagunas artificiales, huella que dejó la actividad extractiva.

El secreto del color

Las balsas están rebosantes de unas aguas turquesas que hacen las delicias de los instagramers y atraen a los turistas. El poder de las redes sociales las han viralizado. El líquido que tanto se fotografía no es más que agua de lluvia teñida de una hipnotizante tonalidad. ¿A qué se debe? El intenso azul es consecuencia de la sílice, el mineral que forma el cuarzo. «Su presencia se debe, sobre todo, al entorno geológico en el que estamos. Un macizo granítico con filones de cuarzo», explica Víctor Barrientos, profesor de Xeoloxía en la Universidade de Santiago (USC).

No es ajeno al fenómeno del monte Neme. «El color procede de la presencia de partículas de sílice que forman moléculas coloidales o coloides de gel de sílice», detalla. El baño no está permitido ni es lo aconsejable, por si alguno tiene la tentación. A pesar de las advertencias, monte Neme es una mina abandonada con los riesgos que esto implica: presencia de restos de maquinaria, taludes... Los viajeros amigos de la foto siguen peregrinando en masa hasta este alto situado en los límites de los concellos de Carballo y Malpica. Una ruina medioambiental con filón.

Composición del agua

«La sílice -apunta Barrientos- no es peligrosa en ese sentido. Hubo una industria minera que podría haber dejado elementos de metales pesados que contaminasen el agua. Pero, en un principio, ese color turquesa no se asocia a ellos». El mayor riesgo estaría en las sales sulfurosas del fondo, como arsénico e incluso plata. Un problema para los vecinos de las localidades próximas, si se producen infiltraciones, más que para los que ascienden a lo alto de la cima en busca de likes. «El agua de las balsas tiene un pH ligeramente bajo, tirando a ácido, pero un pH ácido es el que tiene el agua de la lluvia. En algunos lugares hay una presencia de sales sulfurosas con una mineralogía que podría ser más problemática. Esas aguas, si se infiltran, son las que, si están contaminadas, podrían dar problemas a otras redes».

En el 2014 ya hubo un susto cuando rebosó una balsa. Aunque varias asociaciones piden que se limiten los accesos, monte Neme es una propiedad privada cuya concesión tiene la familia Cotino. La recomendación, para los fans de la foto, es que prioricen su seguridad a la búsqueda de reacciones de admiración en las redes sociales. Es cuestión de química.