La bajura de Celeiro decide hoy si protege los recursos con una reserva marina

La Voz

A MARIÑA

19 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Con la decisión de instalar un arrecife artificial en zonas arenosas poco productivas, el sector pesquero de Celeiro ya ha dado un primer paso para recuperar los caladeros más próximos a la costa, donde faena la flota de bajura. Ahora tiene que decidir si continúa avanzando en la protección de los recursos pesqueros apostando por crear una reserva marina. La Consellería de Pesca se declara dispuesta a apoyar una iniciativa que respalda la Confraría de Pescadores Santiago Apóstolo de Celeiro, pero sobre la que tienen la última palabra armadores y tripulantes de las embarcaciones que faenan en las áreas más próximas a la costa.

A las cinco y media de esta tarde, en el pósito celeirense, el director autonómico de Recursos Mariños comparece ante los profesionales celeirenses para reiterar el respaldo económico, técnico y logístico de Pesca a la implantación de una reserva marina aprovechando los arrecifes artificiales. «Es un gasto grande y continuado. La Xunta no invertirá si los pescadores no están convencidos», declaró Elorriaga cuando planteó esa opción en las últimas Xornadas Técnicas de Pesca de Celeiro.

Sería la tercera de Galicia, tras la de Lira (A Coruña), ya en marcha, y tras la que se acordó constituir en Cedeira. Desde la cofradía celeirense que preside Domingo Rey, animan a todos los profesionales de la bajura a asistir a la reunión de esta tarde, para conocer los detalles de funcionamiento de las reservas marinas y plantear sus dudas.

Domingo Rey y los gestores del pósito entienden la reserva marina como una «actuación estratégica vital para el presente y el futuro de la bajura-artesanal». Entre otras razones, porque no dudan de que contribuirá a «garantizar los recursos y preservar el medio marino», incidiendo especialmente en la gestión sostenible de los caladeros.

Pesca ya comprometió 55.000 euros para los estudios de la zona donde será instalado el arrecife artificial, un área comprendida entre Punta Roncadoira y Os Netos. Fondeando 250 módulos tipo iglú, en ese área ahora improductiva se pretende propiciar la cría de diferentes especies de interés para la bajura.