Tras varias temporadas en la cárcel, el que fue alcalde de O Vicedo durante más de un cuarto de siglo se encuentra en libertad condicional, por motivos de salud
12 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Hace tiempo que la en su día polémica casa del médico de O Vicedo tiene las persianas bajadas. Desde que presentó su dimisión «irrevocable» como alcalde, el 30 de enero de 2001, acuciado por los procesos judiciales, poco ha trascendido de la vida de Isaac Prado Villapol. Este político, siempre controvertido, ingresó en la cárcel a mediados de agosto de ese año, a poco más de cuatro meses de cumplir los 70. Su edad y su estado de salud hacían temer a sus detractores que la estancia en prisión -en cumplimiento de la condena de dos años y seis meses impuesta por el Juzgado de lo Penal número 1 de Lugo, por un delito de atentado contra el entonces fiscal jefe de Lugo, Jesús García Calderón- sería corta. La excarcelación se produjo en febrero del 2002.
Tras pasar temporadas entre rejas, en la actualidad, el ex regidor de O Vicedo se encuentra en libertad condicional, por razones de salud. En teoría, debe presentarse ante la Comisión de Asistencia Social de Lugo, de forma periódica, aunque puede haber sido autorizado a comparecer en A Coruña, ciudad en la que reside junto a una hija. Tiene condena hasta el año 2017.
En abril del 2000, la Audiencia Provincial de Lugo impuso una pena de ocho años de cárcel y 12 de inhabilitación al entonces alcalde de O Vicedo, por un delito continuado de prevaricación y otro de falsedad en documento oficial como medio para cometer malversación de caudales públicos. Desde comienzos del año 1993 hasta el 15 de julio de 1997, Prado Villapol había ingresado 389.455 euros en concepto de dietas, desplazamientos, gastos de kilometraje, consumo de combustible, aceites, ruedas, arreglos y mantenimiento de sus vehículos particulares, seguros y multas de tráfico, y por asistencia al ayuntamiento. Por pernoctar fuera del municipio percibía 300 euros, más que un director xeral de la Xunta de Galicia; y por acudir al consistorio, 81,15 euros diarios. Entonces, el político mariñano eludió la cárcel mediante el pago de una fianza de 90.000 euros.
El ex alcalde de O Vicedo ingresó en el penal de Bonxe el 14 de agosto de 2001, por «intimidar gravemente» con «amenazas e insultos» al fiscal jefe de Lugo. Seis meses y medio después (el 27 de febrero) abandonó la prisión, por ser mayor de 70 años, disfrutar del régimen de tercer grado y no haber sido condenado por delitos violentos.
El solar del cuartel
En noviembre de 2004, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo condenó a Isaac Prado Villapol a quince años de cárcel, por tres delitos de prevaricación, en concurso con malversación de caudales. La sentencia consideraba acreditado que el ex mandatario de O Vicedo había utilizado como pretexto unas supuestas conversaciones con directivos de la Guardia Civil, sobre la hipotética instalación de un cuartel en la localidad, para concertar una operación con el constructor Isidro Otero, que le permitiría vender un solar de su propiedad en 105.177 euros, que después sería adquirido por el Ayuntamiento.
Según el fallo, 18 días antes de que Otero ofreciese el terreno al Ayuntamiento, «ya se acordaba la compra del concreto terreno». Revelaba, además, que la escritura de venta de Prado Villapol al constructor y la de éste al Concello tenían la misma fecha, «lo que raya en lo inaudito e inverosímil». Y señalaba que el ex regidor había urdido otro plan para quedarse con la casa del médico, donde residió en calidad de facultativo y que tendría que dejar libre tras su jubilación. De hecho, llegó a alquilar la vivienda a su hija, sin ningún tipo de concurso previo. Meses después vendería el inmueble, que no tardaría en recuperar ante las quejas del comprador por su mal estado. El adquisidor acabó mercando por 150.000 euros un lujoso chalé, propiedad de Prado Villapol, en Xilloi.
Las denuncias del grupo municipal socialista, encabezado por Vicente Parapar, y la investigación del Consello de Contas dieron pie a los procesos judiciales incoados contra el entonces alcalde de O Vicedo. También contribuyeron las denuncias presentadas en la Fiscalía por el grupo municipal de Independientes O Vicedo, formación desaparecida.
Prado Villapol gobernó el Concello de O Vicedo durante 26 años. Accedió a la Alcaldía en los estertores de la dictadura franquista y, ya en democracia, concurrió a las elecciones locales y revalidó su mayoría absoluta desde las filas de UCD, PP y, en 1999, al frente de la Agrupación Independientes Por O Vicedo (AIPOV). En los comicios del 1995 la suya fue la única candidatura, bajo las siglas del PP -«Acabé con todos», declaró en aquel momento-. Los procesos judiciales en los que estaba inmerso le llevaron a dimitir, el 30 de enero del 2001. El mandatario que presumía de la confianza del pueblo vicedense se marchó entre abucheos.
Pero su estela tardó en diluirse. El PSOE denunció al poco tiempo que el dimisionario «seguía usando el concello a su antojo». Y su nombre no se cayó del callejero local hasta principios del 2006, tras varios intentos frustrados por parte de la oposición. Un grupo de vecinos, liderados por dos ediles y el presidente de la Asociación de Cabezas de Familia, había propuesto denominar así la principal avenida del municipio, en 1978. Tras una consulta popular, en la que solo participaron 15 vecinos, pasó a ser travesía da Mariña.