«Una vez saqué siete víboras de una lavadora de un chalé de campo»

J.A.Q.

A MARIÑA

Luis Laria desvela el trabajo oculto del Cepesma, la labor menos conocida por el público y, sin embargo, la más costosa y sacrificada

02 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), con sede central en Luarca, ha ganado fama y reconocimiento por su colección de calamares gigantes, la de mayor número existente en el mundo. Desde un principio, el Cepesma se liga a un nombre, al de su presidente, Luis Laria, una cara conocida desde hace años por aparecer cada vez que un animal varaba en las costas asturianas. Allí acudía Laria, bien para recuperar el cadáver y hacerle la necropsia, bien para rescatarlo si estaba vivo y trasladarlo al centro de recuperación de animales del Cepesma. Pero el colectivo desarrolla otras labores, quizás no tan vistosas, pero también muy importantes, como la de recoger animales exóticos. El Cepesma es una especie de equipo de emergencias a quien llamar si alguien descubre una serpiente, una tortuga, un hurón? o decide deshacerse de su mascota. A la llamada acude Laria y su equipo de voluntarios, cuya labor altruista ensalza. Cada año, el Cepesma se hace cargo de unos 300 ejemplares de estas características, exóticos, que traslada a su base en La Mata y allí cuida hasta que alguien accede a hacerse cargo de ellos. ¿Quiere usted una nueva mascota? Acuda a Luarca, en el Cepesma quizás la encuentre. Y gratis.

-El trabajo más costoso, a nivel económico y humano, es el que no se ve, la actividad del centro de recuperación, la red de varamientos y la campaña de recogida de especies exóticas, que desarrollamos desde hace cuatro años y tiene una aceptación extraordinaria.

-¿En qué consiste?

-En recoger animales exóticos susceptibles de ser abandonados por sus propietarios. Habitualmente son tortugas, serpientes, arácnidos, hurones, cobayas, conejos de indias, cotorras, loros, etcétera. Todo este tipo de animales los recogemos y los trasladamos al centro de recuperación para posteriormente, después de una cuarentena, transferirlos a particulares que se comprometen a que, si por cualquier circunstancia no se pueden hacer cargo de ellos en algún momento, nos los traigan aquí de nuevo.

-¿Y todo por cuenta del Cepesma?

-Es una campaña nuestra y nos desplazamos a los domicilios de donde nos llaman. Recibimos llamadas de toda Asturias e incluso de Galicia.

-Supongo que tendrá mil anécdotas.

-En estos cuatro años hemos vivido casos singulares. Como saben que nos dedicamos a esto nos llaman cuando aparece una serpiente en una casa, a través del 112 o particulares. En una ocasión, en Grado, recogí siete víboras del interior de una lavadora. Estaba en el porche de un chalé. La dueña vio alguna serpiente en el interior y se asustó. En aquella ocasión las cogimos y las liberamos en una zona donde no hay población.

-¿Y les traen animales aquí, al centro de recuperación de La Mata?

-En muchas ocasiones los dejan en la puerta, en la entrada nos encontramos con cajas con animales, sin que nadie nos avise. Nos pasó con tortugas, cobayas? de todo tipo. Incluso dejaron una iguana.

-¿Cuántos animales exóticos recogen cada año?

-Suelen ser entre 300 y 350.

-¿Tiene el Cepesma colaboradores en otras localidades para realizar este trabajo?

-Sí, para este y otros trabajos. Hay que tener en cuenta que a veces nos llaman de madrugada porque han atropellado un animal y está vivo. Desplazarse genera unas necesidades de logística, humanas y económicas muy importantes.

-¿Y cómo cubren los gastos?

-Tenemos un convenio con el Principado para mantener el aula del mar que nos reporta 18.000 euros y otros 6.000 para el centro de recuperación. Pero esa cantidad no llega ni para el combustible. Aquí hay jabalíes, corzos, ciervos, aves rapaces, buitres, zorros? ahora llega la época de invierno y nos podemos encontrar con ciento y pico animales.

-¿De dónde sacan pues el dinero?

-Esto se sostiene con las ayudas que tenemos de fuera, por las actividades exteriores que desarrollamos, el convenio con la Fundación Smithsonian, a quien cedimos calamares gigantes para una exposición, otras exposiciones que hacemos, por ejemplo en Francia, Vigo o A Coruña? Hay que recurrir a la imaginación. Es la única alternativa para sostener toda esa infraestructura.

-¿Y los colaboradores?

-Su ayuda es fundamental. Mi teléfono está abierto 24 horas y tengo un grupo de colaboradores que a veces me aguantan demasiado. La gente no se da cuenta de todo el trabajo que se hace porque no sale a la luz pública. Y esta gente está ahí por amor a la naturaleza. Ponen sus vehículos, su tiempo? y no se puede exigir más.

-Por eso es tan importante crear una fundación que gestione el Cepesma y todas sus actividades. Usted ha amenazado con dimitir si no es así.

-Como cada día hay menos activismo en temas medioambientales es necesario crear una fundación, con la participación de organismos públicos y privados, que gestione todo. Confío en que finalmente se haga.

-¿Cuáles son los próximos objetivos del Cepesma?

-Poner en marcha el parque de la vida, con el planetario y el observador astronómico. En diciembre esperamos abrirlo al público. Y para el próximo verano espero que esté listo el museo del calamar gigante, que se está construyendo en el muelle nuevo de Luarca