Monterroso fue visitado ayer por miles de personas que decidieron asistir a la Feira de Santos, la gran referencia de las actividades gallegas del 1 de noviembre. Sean exactos o no los cálculos del alcalde, Antonio Gato, que cifró en cien mil los asistentes, lo cierto es que la localidad se llenó de público procedente de toda Galicia para tomar parte en esta celebración tradicional. El regidor estaba ayer más que satisfecho porque, según él, se había conseguido un récord en cuanto a la presencia de caballos en la feria de ganado: más de quinientos.
A modo de inauguración, poco antes de media mañana hubo una recepción en la casa consistorial, cuando ya la feria estaba a rebosar. El alcalde fue secundado por numerosos cargos del PSdeG. Entre otros, el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez; el recién elegido secretario provincial del partido, Ricardo Varela; los diputados autonómicos Sonia Verdes e Ismael Rego; la diputada nacional y coordinadora de los diputados socialistas gallegos, Margarita Pérez Herraiz, y el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe.
En la feria, según los datos facilitados por el alcalde, hubo más de mil puestos. En el edificio conocido como La Cúpula fueron expuestos los productos del país, aunque también los había en las calles, convertidas en improvisado mercado. Como dato significativo, las castañas se vendieron entre uno y 1,5 euros el kilo. Algunos productores vendían la bolsa de cinco kilos a 7,5 euros.
Los que prefirieron endulzar el paladar con las rosquillas tuvieron que pagar, al menos en algunos de los puestos, entre 3 y 5 euros por bolsa, según el tamaño, y otros cinco por la vara de rosquillas. Por el kilo de habas hubo quien pidió dos euros.
Quejas por una ambulancia
Los números más vistosos de esta edición de la Feira de Santos fueron las exhibiciones de caballos, así como los concursos de andadura, trote y galope. De la Feira de Santos, el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, dijo que «é, sen dúbida, a gran feira de Galicia».
El alcalde aprovechó la ocasión para trasladar algunas críticas a la Xunta. Se quejó de que se le pretendiese cobrar por disponer de una ambulancia del 061. También de retrasos en la construcción del centro de salud y en las obras de saneamiento rural. Destacó, en cambio, el apoyo de la Diputación.