Asegura que la sentencia admite la venta de camiones con papeles falsos
02 mar 2015 . Actualizado a las 18:56 h.La Federación Galega de Transportes calificó de «decepcionante» la sentencia del fraude de las tarjetas de transporte. La organización a la que pertenece Tradime, y que ejerció la acusación privada en este caso, asegura que el retraso en el juicio, que tacha de injustificado y que la propia sentencia reconoce como tal, «ha terminado sirviendo para que los responsables de una masiva y continuada falsificación de tarjetas de transporte en Lugo, salgan de rositas y se rían del transporte gallego, en definitiva, de toda la sociedad».
La organización patronal tacha de «incomprensible» la actuación y petición de pena de la Fiscalía. «Solo han sido condenados a 6 meses de prisión y una multa de poco más de 2.000 euros». «El mensaje es claro -añade- delinquir sale a cuenta, a estas horas pueden estarse riendo del sistema judicial español y con motivo». «Eduardo Gallardo vendedor de camiones y José Antonio Fernández Uz, empleado o colaborador de dos gestorías de Lugo -añade Fegatramer, que ejerció la acusación en el caso- han hecho un buen negocio, han vendido casi un centenar de camiones, falsificando para ello la documentación de los mismos al objeto de reducir su antigüedad y dotarlos de tarjeta de transporte (por las que también cobraban), camiones que de otra forma no habrían vendido, obteniendo con ello grandes beneficios».
Fegatramer critica que, a pesar de haber sido condenados, «no tienen que devolver ni un duro ni indemnizar a nadie, los camiones objeto del delito no han sido decomisados, esto es jauja. Como siempre en España delinquir sale muy a cuenta».
Sin desperdicio
Para la patronal del transporte, la sentencia «no tiene desperdicio». «El fiscal y en consecuencia el juzgado -señala- admiten como causa de exculpación de los gestores administrativos, para los que trabajaba alguno de los acusados, que ellos mismos afirmasen que no sabían nada, que sus empleados les suplantaban la firma, usaban los cuños del gestor para hacer las compulsas falsas de forma habitual y que ellos se limitaban a facturar los servicios de matriculación». «En definitiva -abundan- ellos no sabían nada de lo que hacían sus empleados con su firma y sello». Fegatramer recuerda que los gestores están facultados para compulsar documentos. «Parece que no son responsables del uso de esta facultad, esperamos -añade- que algo tenga que decir el Colegio de Gestores y la propia Administración que concede esta facultad».
Despido simulado
Fegatramer considera también sorprendente la excusa de la titular de Gestoría Higinio. «Ella dice que no sabía nada, -añade- que cuando conoció los hechos despidió a Fernández Uz, eso sí, dice que le dio pena y simularon un despido improcedente para que cobrara el paro». «Nos preguntamos -prosigue Fegatramer- que es lo que le dio pena: ¿que la engañase o que falsificase las tarjetas? o quizás le dio pena lo que bajarían los ingresos de su gestoría al prescindir de sus servicios».
La absolución
La Federación Galega de Transporte de Mercancías insiste en que el fiscal «tampoco ve en estos hechos relevancia penal y no los acusa ni de simulación o falsedad en este despido y por este fraude a la Seguridad Social».
«Igual de sorprendente -señala la asociación- es lo de Gestoría Grupo Gestión, dirigida por el Sr. Lage Hortas, quien ha sido absuelto y para quién pasó a trabajar el Sr. Fernández de Uz, cuando lo despiden en gestoría Higinio». «Afirma -manifiesta- que no le preguntó por qué se marchó de Gestoría Higinio, que no le hizo contrato de trabajo, que era un colaborador que le llevaba clientes, por cierto, a los que facturaba sus servicios, como así consta en la sentencia».
Para Fegatramer el proceso «además de penoso es desalentador para aquellos que luchan contra la delincuencia, especialmente contra la delincuencia económica». «Por ello, y con independencia de lo lamentable de la actuación del aparato judicial, en especial de la Fiscalía en este caso, Fegatramer quiere rendir un homenaje póstumo al capitán Iglesias y a la Guardia Civil de Lugo. «Detectó e investigó estos delitos, -añaden- y durante meses analizó estos numerosos expedientes para desenmascarar esta trama que vino actuando en Lugo durante años, ante lo que debemos de calificar cuando menos, por no calificarlo de otra manera, de desidia de los gestores y de la administración. Gracias por su callada labor».