Autorizan la reapertura del faro-hotel de Illa Pancha tras perder el verano

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

JOSE ALONSO

El Concello levanta la orden de precinto tras corregirse las deficiencias que detectó

13 sep 2017 . Actualizado a las 07:48 h.

El Concello de Ribadeo ha revocado la orden de precinto de los apartamentos turísticos del faro de Illa Pancha, el popularmente conocido como faro-hotel, y notificado a la empresa concesionaria, Eirobra, que puede reabrir las instalaciones al público. Lo hace después de comprobar los técnicos municipales que se han corregido las deficiencias que detectaron hace un par de meses y que fueron entonces las que provocaron que se diese orden de precintar el establecimiento.

Es un capitulo más en la tumultuosa historia de este nuevo negocio de hostelería, el proyecto estrella, por ser el primero que se llevó a cabo, del programa Faros de España del Ministerio de Fomento. Pero no será probablemente el último, ya que a pesar de autorizarse la reapertura queda un complejo asunto por resolver: el libre acceso al islote.

El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, manifestó hace meses (y así se lo trasladó a la Autoridad Portuaria Ferrol-San Ciprián) que solo permitiría que abriesen los apartamentos turísticos si se garantizaba que cualquiera, fuese cliente o no, pudiese acceder al islote de Illa Pancha. La Autoridad Portuaria replicó que esa es una demanda que excede las competencias del alcalde. En medio de esta discusión se encuentra el concesionario. ¿Qué va a hacer? Ayer declinó hacer declaraciones, limitándose a señalar que su intención es abrir cuanto antes, de modo que ahora se centrará en acondicionar el entorno, con tareas de jardinería, y preparar los apartamentos para atender de nuevo las reservas.

Lo que va a ocurrir en el futuro inmediato no está claro, al contrario, es muy dudoso y confuso, ya que si bien Eirobra ejecutó todo lo que le exigió el Concello, la condición de permitir el libre acceso al establecimiento, de no cumplirse, podría derivar en una nueva orden de precinto del alcalde.

Según la concesión administrativa de la Autoridad Portuaria, a Illa Pancha solo pueden acceder los clientes y los empleados de los apartamentos turísticos. La opción de un acceso libre iba condicionada a la apertura de una cafetería, cuya licencia el Concello denegó en su momento, pero podría volver a tramitarse en el futuro.

Hay un episodio que ilustra la complejidad de este asunto. Cuando a finales de mayo los agentes de la policía local de Ribadeo acudieron a Illa Pancha e efectuar el precinto de las instalaciones surgió la duda de cómo hacerlo, en la puerta del puente que da acceso al islote o en la misma puerta del viejo faro, donde se han habilitado los dos apartamentos turísticos. Consultados los servicios jurídicos del Concello, finalmente se optó por hacer lo segundo. Pero ocurrió que cuando los agentes llegaron a Illa Pancha se encontraron con que no pudieron entrar al no disponer del permiso del titular último, la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao.

El verano perdido

Finalmente, el precinto de los apartamentos se produjo cuando Eirobra ya tenía reservas para el verano. El Concello le exigió sustituir la tubería existente de la red de agua en un tramo de 485 metros por otra de mayor sección; cambiar la barandilla del puente; instalar cámaras de vigilancia, y justificar la necesidad de disponer de autorización de Augas de Galicia en materia de residuos. En hacer las obras y tramitar que le permitiesen de abrir de nuevo, Eirobra ha tenido el faro-hotel cerrado todo el verano, viéndose obligada a anular las reservas que ya tenía.

Dos años y medio pagando el canon anual de 21.000 euros y solo mes y medio abierto

En mayo de 2015 el Consejo de Ministros daba el visto bueno a la concesión del viejo faro de Illa Pancha para acondicionar dos apartamentos turísticos. El acuerdo contaba con el informe previo de Puertos del Estado, así como de la Xunta de Galicia, el Concello de Ribadeo y la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar. Pero desde entonces todo han sido complicaciones para el concesionario, que además de la inversión realizada lleva ya pagados más dos años del canon que estableció la Autoridad Portuaria (21.000 euros anuales) y solo pudo abrir este año, poco más de un mes, del 8 de abril hasta avanzado el mes de mayo. El Concello le comunicó el 6 de mayo, que le revocaba la licencia de apertura, pero el precinto de las instalaciones se realizó a finales de ese mes.

50 euros de pérdida diaria

Desde Eirobra calculan que llevan invertidos en torno a 200.000 euros. Solo por el canon que paga a la Autoridad Portuaria, cada día le supone un coste de 50 euros. En esta coyuntura, Eirobra ya manifestó en su día que iba a defenderse en los juzgados y ya hay varios procesos abiertos.

Las cuentas de la rentabilidad

Los cálculos del concesionario eran que con cien días de ocupación al año el establecimiento hotelero comenzaba a ser rentable, cobrando 150 euros en temporada baja y 300 en la alta. Eso afirmaba José Luis López Braña, de Eirobra, en mayo de 2015, cuando se autorizó la concesión: «Si las alquilo cien noches, 200 habitaciones en total, me salen las cuentas».