El fin de fiesta comenzó con un partido amistoso ante el campeón de Castilla y León
06 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La ocasión requería algo así. El Balonmán Galipizza Viveiro clausuró su memorable campaña en Primera Autonómica con una maratoniana jornada festiva que culminó a altas horas de la madrugada en la sobremesa de la cena-baile celebrada en el restaurante Louzao. El fin de fiesta había arrancado a las cinco de la tarde en el pabellón con un encuentro amistoso entre el cuadro viveirense y el Embutidos Ezequiel-Balonmano Cuatro Valles, de la Robla (León), campeón castellano-leonés de Primera Autonómica. Y una vez terminado se llevó a cabo el tradicional encuentro de confraternidad entre los jugadores actuales del club y las viejas glorias.