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Sarria, Chantada o Monforte fueron escenario de esta ola de saqueos
03 feb 2021 . Actualizado a las 08:49 h.La Guardia Civil, en el marco de la operación «Tropilate 1», investiga a un hombre sin domicilio conocido, experto en artes marciales y boxeo, por un centenar de robos con fuerza perpetrados entre los años 2019 y 2020 en establecimientos comerciales de Galicia, Asturias y León. En la actualidad se encuentra en prisión preventiva en el Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas (León), a la espera de ser juzgado.
Las investigaciones por parte de la Guardia Civil, llevadas a cabo por efectivos del equipo de policía judicial de Monforte de Lemos, fueron iniciadas en el segundo semestre del año 2019, a raíz «de la proliferación de robos en establecimientos comerciales» en localidades del sur de la provincia de Lugo.
Se le investiga por más de un centenar de robos en más de 30 municipios de Galicia, Asturias y León. Entre los más afectados en la provincia de Lugo figuran las localidades de Sarria, Chantada y Monforte; en la provincia de A Coruña, los términos municipales de Pontedeume, Betanzos, Melide, Negreira y Arzúa; en Ourense; la zona de San Cibrao das Viñas; y en Pontevedra, los municipios de Pontecaldelas, Caldas de Reis, A Estrada y Silleda. Su actividad llegó a generar una gran alarma durante los años 2019 y 2020 entre los empresarios de las provincias afectadas, debido al elevado número de robos en establecimientos de hostelería, a las cantidades sustraídas y a los daños causados, que en total ascienden a más de medio millón de euros.
Un profesional del delito, posiblemente con entrenamiento militar
Por su forma de actuar, los investigadores confirmaron que se trataba de una persona «ágil y muy entrenada, experto en artes marciales y boxeo», de modo que podía llegar a ser «peligroso en caso de verse acorralado». Además, aseguran que sus técnicas de ocultación y de penetración en estos locales eran muy similares a las que se entrenan en el Ejército, por lo que podría tener algún tipo de experiencia militar.
La forma de vestir del supuesto ladrón también era muy característica, dado que en la mayor parte de los robos usaba un gorro de pescador, y siempre llevaba guantes y pasamontañas, además de varias herramientas que le servían para perpetrar los robos, desde gatos neumáticos hasta escaleras o patas de cabra.
Monforte fue la clave
El análisis de las pruebas recopiladas en relación con los robos que se habían cometido en septiembre del año 2019 en Monforte «fue determinante para concluir que no solo podían haber sido perpetrados por la misma persona, sino que guardaban estrecha relación con otros con el mismo modus operandi cometidos en distintas localidades de esta provincia y limítrofes». Las grabaciones de las cámaras de algunos establecimientos comerciales fueron clave para dar con él.
La investigación permitió determinar que «su modus operandi es prácticamente idéntico en todos los casos», ya que el supuesto ladrón estudiaba previamente el terreno, visitando gran parte de los establecimientos durante el día, y aprovechaba esos momentos para comprobar las medidas de seguridad existentes, especialmente en lo referente a sistemas de alarma y cierre. Posteriormente, «violentaba las cerraduras de las puertas y, una vez en el interior, sustraía la recaudación de las máquinas recreativas, registradoras y expendedoras de tabaco», además de destrozar los locales por los que pasaba. Solía actuar a altas horas de la madrugada.