«Queremos traballar e non emigrar», gritan desde San Cibrao por la última fábrica de aluminio de España
A MARIÑA
Empleados de Alcoa, de las auxiliares y muchos cientos de mariñanos exigen a los políticos que cumplan sus compromisos
20 jun 2021 . Actualizado a las 15:48 h.Quince meses después de que la multinacional Alcoa confirmase que quiere deshacerse de la fábrica de aluminio de San Cibrao, la última de España, empleados de esa planta y de la de alúmina, de empresas auxiliares y muchos cientos de mariñanos se concentran este mediodía en la sancibrense Praza dos Campos. Coreando consignas como «queremos traballar e non emigrar», «fóra ianquis, pandilla de mangantes», «sen industria non hai futuro» o «SEPI traidora, A Mariña non perdoa», protagonizan, con renovadas fuerzas y cada vez más enfadados, otro capítulo más en su larga e incansable lucha por una factoría, la de aluminio, que genera más de quinientos empleos directos, más de trescientos en las subcontratas y muchos más inducidos en A Mariña, en el resto de la provincia lucense y en parte del Ortegal coruñés.
Convocados por el comité de empresa de Alcoa San Cibrao, este domingo pelean con todas sus fuerzas porque el tiempo sigue corriendo y las posibles soluciones para mantener la fábrica y los empleos tropiezan de nuevo con decisiones que se toman lejos de A Mariña, en Pittsburgh (Pensilvania), sede de Alcoa, y en Madrid, en el Gobierno español. Trabajadores de las dos factorías mariñanas y de las empresas auxiliares se movilizan por enésima vez reclamando que se cumplan los compromisos adquiridos, así como los mandatos del Congreso al Gobierno español y del Parlamento gallego a la Xunta.
Todo porque, recalcan, la sociedad y la economía de A Mariña, Lugo y Galicia quedarían muy tocadas si las Administraciones consienten que Alcoa cierre la fábrica de aluminio. También perjudicaría a España, que perdería su último bastión de soberanía en la producción de aluminio primario, quedando a expensas del de importación.
«Hai compradores interesados na planta», recalcan desde el comité de empresa que preside José Antonio Zan. Seis empresas, según las informaciones publicadas, valoran adquirir una fábrica que «ten futuro», insisten. Sin embargo, Alcoa no quiere venderla directamente a ninguno de los potenciales compradores y exige la mediación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que después podría transferirla a los inversores privados, así como quedar libre de cualquier responsabilidad. Pero el Ministerio de Industria acaba de dejar claro que no intervendrá en la compra-venta y emplaza a Alcoa a negociar vis a vis con los interesados. Los empleados consideran imprescindible que la SEPI intervenga «para que la operación tenga todas las garantías y no pase lo mismo que en A Coruña y Avilés», recalcaba este jueves Zan.