Alcoa condiciona seguir en San Cibrao a paralizar la producción dos años

A MARIÑA

Manifestación de los trabajadores de Alcoa San Cibrao
Manifestación de los trabajadores de Alcoa San Cibrao PEPA LOSADA

Ofrece firmar PPAs y arrancar las cubas en 2024, promete permisos retribuidos para los trabajadores de electrolisis y ánodos y no despedir hasta 2025

29 nov 2021 . Actualizado a las 21:50 h.

En un aparente giro de guion en el conflicto laboral de Alcoa San Cibrao, y tras tumbar TSXG y Tribunal Supremo el ERE que pretendía aplicar en la planta de aluminio, la multinacional puso ayer sobre la mesa sus condiciones para continuar con la producción. La propuesta que la empresa formuló a la representación de los trabajadores pasa por apagar las cubas de electrolisis y dejar de fabricar metal durante un plazo de dos años, a cambio de reiniciar la actividad en enero de 2024, y de no acometer despidos colectivos hasta 2025, ejercicio en el que se acabarían las garantías sobre el empleo. En plena huelga indefinida en el complejo industrial, la plantilla se reunirá mañana en asamblea para decidir si accede a negociar sobre estas bases.

Alcoa anunció a través de un comunicado su propuesta para «mantener el empleo» y «promover la viabilidad futura a medio-largo plazo de la planta», pero también, concretó, «frenar las importantes pérdidas que la factoría de aluminio está acumulando por los desorbitados precios de la energía».

Permisos retribuidos del 100%

En la nota, la multinacional condiciona los compromisos «al cese temporal de la actividad de electrolisis y de la planta de ánodos por un período de dos años». A cambio, se compromete a «trabajar urgentemente para firmar preacuerdos de suministros de energía mínimamente competitivos a partir de 2024».

Electrolisis y ánodos son los dos departamentos que Alcoa pretendía cerrar con el ERE que le negaron los jueces. Según la estimación de la multinacional en el expediente de despido colectivo, un total de 524 operarios trabaja en estas dos secciones de la fábrica de aluminio. De acuerdo con la propuesta de la multinacional, los empleados afectados gozarían de «un permiso retribuido del 100% durante el cese temporal de dos años».

Alcoa mantendría operativa la refusión en fundición, que emplea a alrededor de un centenar de personas. La firma argumenta que de este modo «asegura el suministro de metal a los clientes». Tras los dos años de cese productivo, la oferta de Alcoa incluye reiniciar «toda la actividad» a partir de «enero de 2024», y «no iniciar ningún despido colectivo por un período de cuatro años».

El director comercial de Alcoa, Tim Reyes, calificó la propuesta de «solución razonable» para los trabajadores, e insistió en que es «de interés para todos cesar la producción temporalmente una vez se obtengan preacuerdos de energía razonables».

Fuentes de la multinacional aseguraron que prevén pérdidas «de 20 millones» en este mes de noviembre, «sin incluir el impacto ocasionado por la huelga indefinida» en el complejo industrial.

De este modo, Alcoa pone en el centro del debate una propuesta con la que saca del escenario una posible venta a terceros de la planta, y con la que vuelve a plantear un apagado de las cubas de electrolisis, condición que ha sido hasta ahora una línea roja a evitar para los trabajadores.

Pese a que los jueces declararon nulo el ERE por «mala fe» negociadora, la empresa insistió en que la planta era «inviable». Para dar vía libre a una venta exigió la mediación del Gobierno a través de la SEPI. El Ejecutivo central descartó tutelar la operación. Al no haber avances, la plantilla retomó el pasado 27 de septiembre la huelga indefinida.

El empleo en las auxiliares, en el aire

El comité de Alcoa se reunirá hoy en pleno extraordinario, desde las 9.30 horas, y a las 12.00 se celebrará una asamblea de personal ya prevista.

Además, los trabajadores solicitarán una reunión a Xunta de Galicia y Gobierno de España para consultar su «valoración» sobre la oferta de Alcoa.

A falta de la evaluación de los sindicatos, la propuesta de Alcoa deja interrogantes. Uno de ellos, qué pasará con los operarios de las empresas auxiliares -las centrales estiman que más de 400- que tienen contratos en la planta de aluminio. La multinacional recuerda que contrata «servicios» y no operarios.

Por otro lado, la compañía excluye a la refinería de alúmina, «que no se verá afectada». Sin embargo, se estima que produce en un 25% para su fábrica hermana, lo que suscita dudas sobre un posible impacto en el empleo. Alcoa tampoco cifra el coste de rearrancar la maquinaria.

El Gobierno pide detallar inversiones

Tras la oferta de Alcoa, el Ministerio de Industria resaltó que mantiene «dos objetivos» que «deben ir de la mano: el mantenimiento del empleo y de la capacidad productiva de la planta», en alusión a la posible parada de las cubas. Así, exige a la multinacional «que detalle las inversiones necesarias para garantizar las capacidades industriales y la competitividad» de la factoría. Además, el Gobierno central reclama mayor concreción «sobre las actuaciones que garanticen la base actual de clientes y sus contratos de suministro». La cartera que dirige Reyes Maroto espera que la compañía aclare estes puntos en «una reunión en los próximos días con todas las partes interesadas. Si trabajamos juntos llegaremos a una solución definitiva», concluye.