El Lugo Sala-Burela de la Copa Galicia enfrenta este miércoles a los hermanos Antonio y Álex en el Municipal lucense, donde crecieron hasta llegar a la élite
22 feb 2022 . Actualizado a las 18:28 h.No es un asunto baladí el derbi provincial que este miércoles enfrenta al Pescados Rubén Burela y al Lugo Sala en los cuartos de final de la Copa Galicia (Municipal de Lugo, 21 horas). La frágil moral del colista de Primera difícilmente soportaría otro mazazo ante un cuadro capitalino al que la Tercera División se le está quedando muy pequeña en una eliminatoria a partido único que se vivirá con especial emoción en la casa de los Diz Teijeiro.
Álex (Lugo, 1995) y Antonio (Lugo, 1992) serán enemigos por primera vez en el pabellón que los vio crecer, llamar la atención de las categorías inferiores de la selección española y alcanzar la élite con la camiseta del Prone, antes de marcharse juntos al Santiago Futsal. «Es un partido muy especial», reconoce el benjamín, que nunca sucumbió ante su hermano en las tres ocasiones que lo desafió con la camiseta de Osasuna, frente al Segovia, ni en los dos recientes Noia-Burela. El último resolvió el título autonómico en el 2021 para los mariñanos.
«Esta vez quizá sea la más desigual», admite un Antonio que este verano decidió dar prioridad a su futuro profesional y sumarse al proyecto del Lugo Sala. «Llevaba años pensando centrar mis esfuerzos en mi vida laboral, y si lo retrasé es porque era muy feliz en el Noia. Ahora el fútbol sala es más una vía de escape, aunque le sigo poniendo toda mi pasión y profesionalidad. En este equipo he encontrado un proyecto bonito, con mucha gente que entendemos el deporte de una forma similar y con ganas de hacer que Lugo vuelva a disfrutar de él», cuenta.
Líderes destacados y aún sin conocer la derrota en Tercera, ven en la visita del Burela un «bonito reto»: «Somos unos cuantos jugadores que estuvimos en la élite y otros jóvenes que aportan mucho y tenemos ganas de ponernos a prueba contra un equipo de Primera, volver a experimentar el máximo nivel».
«Nos compenetrábamos bien»
Para dar la sorpresa, una de las obligaciones será atar en corto a Álex. «Tiene mucha calidad, en el uno para uno se va siempre. Es desequilibrante y entiende muy bien cómo conectar con el pívot. Cuando jugábamos juntos, nos compenetrábamos muy bien», describe Antonio sobre su «aparte de hermano, amigo, una de las personas que más me influye».
Unos sentimientos que quedarán a un lado durante 40 minutos frente a los de Riquer: «En el campo no hay amigos ni hermanos. Me encantaría que den la vuelta a su complicada situación y me dolería darles la puntilla, porque es un partido en el que tienen poco que ganar y mucho que perder, pero vamos a darlo todo para intentar vencer, conscientes de la diferencia que hay. Están en un momento delicado de confianza, les cuesta meter goles, pero tienen jugadores buenísimos, como Quintela, con el que estuve en Santiago y compiten cada partido en Primera».
En el otro bando, Álex no se confía y pone en valor la necesidad de conseguir la primera victoria del curso, tras sumar solo cuatro empates en 16 jornadas de liga y caer en la Copa del Rey. «Es muy importante para cambiar la dinámica. Tenemos que salir a por todas, sin confiarnos porque aunque estén varias categorías por debajo tienen un gran equipo. Con Iago Rodríguez, Diego Núñez, Miguel y mi hermano hacen un quinteto de Primera y tienen buenas rotaciones con jugadores jóvenes que despuntan», apunta sobre el equipo que dirige el viveirense Dani Díaz.
Punto de inflexión para el Burela
El ala lucense reconoce el «duro palo» que supuso para el Pescados Rubén Burela el 4-0 encajado el domingo en Zaragoza, pero insiste en que aún tienen margen de maniobra: «Cada vez queda menos tiempo para reaccionar, pero hay que mantener la cabeza fría, pensar que queda toda la segunda vuelta y que si llega un punto de inflexión que nos dé confianza podemos revertir la situación entre todos».
Por eso, el menor de los Diz acude hipermotivado a un encuentro en el que se reencontrará con sus raíces en el Municipal de Lugo: «Va a ser muy especial porque estarán la familia y amigos y me volveré a enfrentar con Antonio, que para mí fue un referente y me facilitó mucho las cosas que estuviese ya en el primer equipo del Prone cuando yo llegaba del juvenil».
«Es un pívot de referencia con una buena zurda y capacidad para marcar y asistir. El año pasado era importante en el Noia, luchando por subir a Primera», alerta sobre su hermano.
