¿Quién fue la niña de la sal?

A MARIÑA

CEDIDA

La dura historia de una niña huérfana y sola a los 11 años en el Viveiro de la posguerra civil: Carmiña «de Colosía»

12 jun 2023 . Actualizado a las 11:07 h.

La viveirense Carmen Abad, más conocida como Carmiña de Colosía, tuvo durante buena parte de su vida la atracción particular por dejar su presente como regalo al futuro. Plasmó su vida, sensaciones, sentimientos y acontecimientos en cuadernos manuscritos privados que a título póstumo cobran vida de nuevo como novela, con su hija, Elena Gallego Abad, como autora, quien recalca que su madre quería que su historia vital llegase a ser contada. Un relato de intensidad titulado El legado de la niña de la sal, editado por La Esfera de los Libros, y que se presenta este lunes, día 12 en Viveiro (20.00, Conservatorio Profesional de Música), acompañando a la autora Miguel Sande, delegado de La Voz de Galicia en A Mariña. Pero, ¿quién era Carmiña de Colosía?, ¿cómo fue su vida?

Elena se lanzó a la aventura de escribir la historia por una promesa que le hizo a su madre antes de fallecer, estando en la UCI del hospital. Carmen Abad quedó huerfana en la época de la posguerra y tuvo cuatro hijos. «Mientras hacíamos los deberes, ella con sus cuadernos de distintos colores escribía ‘sus cosas'. Eran sus memorias», señala la escritora, que por unos días a finales de mayo casi coincide con su progenitora en la celebración de los cumpleaños. Al principio, Carmiña vivía feliz con su madre que trabajaba en algunas casas como jefa de cocina, con su tía que precisaba de cuidados y cierta vigilancia a raíz de una enfermedad y su abuelo, Manuel, que fue sastre y falleció años después. Carmiña ya había quedado muy pronto huérfana de padre, en una época difícil de la que habla, por ejemplo, del maíz de estraperlo y de cómo iban a molerlo «a escondidas» en el molino. Fue a un colegio que pertenecía a la orden religiosa de Cristo Rey, el cuál también acogía niñas de familias con menos recursos económicos, «que entraban por la puerta de atrás», señala Elena también en la radio (Onda Cero). Un episodio que marcó un antes y un después fue la muerte de su madre, Paquita, debido al cáncer. Tenía Carmiña 11 años en aquel momento, formando parte pese a su corta edad de toda una generación «que sobrevivió en los años 40», atravesando la hambruna aquella época de la posguerra. «Hubo gente que lo pasó muy mal y gente que se aprovechó», señala la autora, que aparece en la novela como Inés.

«La ponen a trabajar»

Carmiña quedaría, por deseo de su madre, con una familia ya con tres hijos, que se hace cargo de su tutela. Aquella fase de su vida, relata, sería de «sufrimiento» y no resultaría todo lo favorable para su desarrollo porque «no le dejan estudiar y la ponen a trabajar siendo una niña, paleando sal en un almacén... Y lo que hiciera falta». Comparte espacio y vida con otra niña, María José, con la que aparece al lado, en la foto en blanco y negro, y con la que Elena contactó. Una vez fuera de aquella casa, Carmiña Abad se planteó «ir a las misiones» pero finalmente estudiaría en Venezuela para ser maestra. «Desde pequeña tuvo mucho carácter. Tenía muy claro lo que quería», recuerda. «Lo que he querido es contar una historia para que se sepa y que se sepa que se sabe», finaliza, lamentando que «murió sin saber qué había pasado con su padre».