De fervenzas mágicas a espacios naturales vírgenes: A Mariña es el paraíso en la Tierra

Lidia Fernández VIVEIRO/LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA

La comarca presenta una gran variedad de cascadas, que forman parte de rutas de senderismo con gran accesibilidad

30 may 2024 . Actualizado a las 21:49 h.

Si hay algo que destaca en A Mariña es su riqueza paisajística y el entorno natural y agreste que la caracteriza. De la costa a la montaña, la belleza que esconde la comarca no pasa desapercibida, y son muchos los turistas que cada año escogen la zona para pasar sus vacaciones y disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer una comarca que, hasta el momento, ha sabido preservar prácticamente intacto su innegable atractivo.

Si bien las playas suelen acaparar la atención, no podemos olvidar que el interior de muchos concellos mariñanos guarda impresionantes tesoros de la naturaleza. Las fervenzas son solo uno de ellos, pero quizás uno de los más bonitos. Las historias y leyendas que rodean a cada una de estas cascadas de agua virgen dan testimonio de la relevancia que han tenido durante siglos, y de la importancia del saber popular para mantenerlas vivas, a ellas y a las historias que hay detrás, sean realidad o pura ficción.

El recorrido por esta ruta particular empieza en la zona costera, para después adentrarse en los municipios de interior. Así, la primera de las caídas de agua que cortan la respiración a todo aquel que las visita es el Pozo da Ferida, cuya delimitación ha sido motivo de disputa entre los vecinos concellos de Viveiro y Xove. Sin embargo, la geopolítica manda, y a pesar de estar en la frontera entre los dos, es oficialmente territorio xovense. Es ideal para pasar un día en familia o con amigos, o incluso para esas escapadas románticas, ya que se encuentra en plena naturaleza, con un descenso empinado, pero bastante asequible. Sin duda, merece la pena contemplar cómo este salto de agua desemboca en una poza de aguas verdosas. Algunos creen que es un lugar mágico, y que sus aguas curan todo tipo de dolencias y enfermedades. De ahí su nombre; pero las historias son tan variadas como las piedras del camino.

También en el concello de Xove nos encontramos con una fervenza menos conocida, que solo unos afortunados han podido visitar. Se trata de la Fervenza de Guilán, con una caída de unos 70 metros, a la que se puede acceder haciendo una pequeña ruta de senderismo, de unos 7 kilómetros. En el vecino concello de Cervo tenemos el conocido como Paseo dos Namorados, que en su interior alberga un pequeño salto de agua, idóneo para hacer fotografías y llevarnos un bonito recuerdo para la posteridad.

Siguiendo con la ruta por la costa, llegamos a Barreiros, donde se encuentra una de las rutas de senderismo más mágicas, en medio de un bosque autóctono. Éste es el escenario perfecto para albergar historias de seres mitológicos y aguas con propiedades curativas, que se manifiestan en la cascada de Santo Estevo do Ermo, uno de los símbolos más reconocidos del concello.

Metiéndonos ya hacia el interior mariñano nos encontramos con la cascada del río Xestosa, en el concello de Ourol, que ofrece una imagen para cortar el hipo. Siguiendo en los municipios no costeros llegamos a O Valadouro, que también cuenta con una impresionante fervenza, conocida como Pozo da Onza, que se encuentra en el arroyo del Val dos Infernos. Pero que ese nombre no lleve a engaños. Es lo opuesto al infierno.

La Fervenza do Escouridal divide los concellos de Alfoz y O Valadouro, y está considerada como una de las cascadas más altas de Galicia. No por nada tiene una caída de 80 metros, en medio de un paraje natural espectacular. ¿Lo mejor? Que no hace falta ser un experto senderista, ya que la ruta que lleva a la fervenza es muy sencilla de realizar, consagrándose como uno de los planes idóneos para realizar en familia durante estas vacaciones.

El último de los puntos escogidos de una lista que continúa, se localiza en Mondoñedo, tierra de leyendas. Aquí se encuentra la Fervenza Salto do Coro, en los montes de As Bouzas, y que forma parte de la Ruta da Auga. Para acceder a la cascada hay que subir por unas escaleras de piedra, pero eso solo hace la visita más especial y única.

Y tú... ¿con cuál te quedas?