Desconozco qué pueden estar pensando los más de mil trabajadores de Alcoa y los 500-700 de las empresas auxiliares y sus familias estos días navideños. Supongo que estarán algo más tranquilos, en especial los de la fábrica matriz, después de anunciar el Gobierno que doblará las ayudas a las empresas electrointensivas como Alcoa. Era algo que venían demandando desde la multinacional norteamericana del aluminio; de hecho, reconocieron que era un paso importante, pero no suficiente.
Desde ese momento no se han visto más movimientos para negociar. Tampoco se ha convocado una reunión de seguimiento de la situación de Alcoa. Pero ese anuncio ha dejado que se cuele algo de luz en torno al futuro, tal es la sensación, me parece. Alcoa e Ignis, asociados, parecen dispuestos a dar mayor ritmo a la refinería, eso dijeron; de momento el número de cubas reactivadas en aluminio es mínimo. Es así.
No sé cómo pueden estar los trabajadores de las empresas auxiliares; no los olvidemos. En La Voz no los olvidamos. Su "blindaje" laboral se acaba ahora en diciembre. Eso, seguro, crea cierto temor lógico, e inseguridad. Habrá que esperar a ver qué pasos se dan, qué plan o planes se concretan. También para ellos. Ojalá en 2025 haya objetivos claros de presente y de futuro en Alcoa y en esas industrias dependientes en su mayor parte de ambas plantas.