La residencia Betania de Viveiro recibe ayudas para pagar la nueva caldera y la calefacción para sus 126 mayores

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Sor Rosa, a la derecha, con varios residentes en Betania, que acaba de renovar su sistema de calefacción
Sor Rosa, a la derecha, con varios residentes en Betania, que acaba de renovar su sistema de calefacción Xaime Ramallal

La residencia de Viveiro tiene una lista de espera de casi 200 personas; «aquí nunca se deja de recibir a alguien porque no tenga dinero», dice sor Rosa, la directora

04 ene 2025 . Actualizado a las 20:01 h.

Un buen número de particulares está colaborando con donaciones o limosnas para sufragar el coste de la nueva instalación de calefacción de la residencia de ancianos Betania, de Viveiro. Según detalla la directora del dispositivo aque gestiona la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, sor Rosa, la anterior caldera, que era de gasóleo, no daba más de sí. «Primero hubo una de leña que después se cambió a gasóleo, pero llegó un momento en el que perdía el 60% de lo que consumía y hubo que cambiarla. No quedaba otro remedio», subraya la religiosa, quien indica que ahora se ha apostado por una caldera de gas ciudad puesto que el coste de este combustible es actualmente menor. Con todo, las obras han sido más costosas de lo esperado debido al fuerte incremento que han experimentado en los últimos años, entre otros, los materiales de construcción.

La caldera está ubicada en la planta baja del centro residencial. Un sótano que en junio del 2010 sufrió importantes desperfectos como consecuencia de una riada que a punto estuvo de derribar su muro. Al lado del citado tabique estaban dos depósitos de propano del geriátrico y la opción adoptada entonces fue la de desviar el agua con un murete hacia el cauce del río que está soterrado. Con el fin de que desaguase se abrió un boquete. Más de 14 años después, el local, cuyo piso había bajado, ha sido reformado.

En la residencia Betania viven actualmente un total de 126 ancianos, pero se trata de uno de los geriátricos mejor valorados de toda la comarca mariñana. De ahí que su lista de espera en este momento se aproxime a las 200 personas. Se trata de ancianos residentes en diferentes puntos de A Mariña que están esperando disponer de una plaza, sea en una habitación individual o en una compartida, en este centro, como indica sor Rosa. Apunta que la residencia tiene, por ley, cinco camas vacías que deben estar disponibles para casos de emergencia social. «Cada vez hay más gente dependiente», expone la religiosa.

49 empleados y varios servicios

Además de cerca de una decena de monjas, Betania tiene en la actualidad 49 empleados. También dispone de servicios externos de podología o fisioterapia. Las pensiones de los residentes contribuyen a financiar los gastos del dispositivo, que es privado. En esta línea, desde la dirección destacan que «hay muchas nóminas y seguros a pagar». «Nunca se deja de recibir a una persona porque no tenga dinero», destaca sor Rosa.

Los residentes que no son dependientes tienen libertad y autonomía para entrar y salir respetando normas y horarios.