Investigan a jóvenes de entre 18 y 20 años por una carrera ilegal de coches en los túneles que unen Ourense y León
OURENSE
Los implicados mintieron tras sufrir un accidente, que dejó cinco heridos, pero la Guardia Civil comprobó que conducían de forma temeraria, a gran velocidad y en sentido contrario
14 feb 2025 . Actualizado a las 18:49 h.La noche del 15 al 16 de noviembre del 2024, se registró en la N-120, a su paso por el concello ourensano de Rubiá, un grave accidente de tráfico. Dos vehículos se vieron involucrados en el siniestro y cinco personas resultaron heridas. Uno de los conductores explicó que había intentado esquivar un jabalí que irrumpió en la calzada, perdiendo el control y chocando contra un talud. Su coche quedó en medio de la carretera. El otro vehículo, según apuntaron los implicados, trató de no impactar con el primero, pero acabó saliéndose de la vía, sobrevolando un socavón y chocando contra un árbol. Pero cuando los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense empezaron a investigar se dieron cuenta de que las declaraciones realizadas tras el siniestro no coincidían con los daños en los coches ni con las huellas encontradas en el lugar del suceso. Las indagaciones revelaron que cuando sufrieron el accidente estaban participando en una carrera ilegal junto con otros dos turismos. Al volante, jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 20 años de la comarca de Valdeorras. Entre los ocupantes incluso había uno menor de edad.
En las imágenes obtenidas de los túneles La Barosa -son tres consecutivos, que conectan Ourense y León- se puede ver cómo dos de los vehículos se detienen paralelamente, ocupando ambos sentidos de circulación, antes de iniciar una carrera a gran velocidad. Uno de ellos circulaba, por tanto, en sentido contrario. La Guardia Civil pudo comprobar en las grabaciones cómo adelantaban en línea continua o cómo cambiaban de carril realizando maniobras arriesgadas en curvas de visibilidad reducida.

Ahora tres de los conductores están siendo investigados por un delito de conducción temeraria, que podría acarrear penas de prisión de entre 2 y 5 años, multas de entre 12 y 24 meses y la retirada del permiso de conducir de 6 a 10 años. Además, dos de ellos están siendo investigados por un delito de estafa en grado de tentativa por proporcionar información falsa a su aseguradora sobre el siniestro. El cuarto conductor ha sido denunciado por conducción temeraria, lo que conlleva una multa de 500 euros y la pérdida de 6 puntos del carné.
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La Guardia Civil asegura que vecinos de O Barco, A Rúa y Pobra de Trives han sido testigos, a menudo, de la peligrosa conducción de estos jóvenes, que suelen circular a altas velocidades y sin respetar las normas de tráfico. «La suerte de este siniestro es que los elementos de seguridad activa y pasiva de los vehículos han cumplido su función. De lo contrario, estaríamos hablando de un siniestro con seis víctimas mortales», apuntaron fuentes del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico.