José Blanco, del restaurante La Solana, tramita un nuevo proyecto con puestos con terraza en As Catedrais y en más playas de A Mariña
A MARIÑA

Las instalaciones de temporada serían desmontables, con acabados en madera y sin impacto acústico ni contaminante
13 feb 2025 . Actualizado a las 22:23 h.José Blanco, propietario y chef de unode los más prestigiosos restaurantes de Ribadeo, La Solana, promueve un nuevo proyecto hostelero que consiste en la instalación de «expendedores de comida y bebida», puestos de temporada conocidos popularmente como chiringuitos, en tres ubicaciones singulares de la costa de A Mariña, la playa de As Catedrais, el área etnográfica de O Cargadeiro de Ribadeo y la playa de Remior, en Barreiros. Se tratará de puestos que no generarían impacto en el medio, ni acústico ni de contaminación, con acabados en madera (o directamente contenedores fabricados íntegramente en madera), acordes con el entorno. Las tres propuestas son similares y se completarían con una zona de terraza con diez mesas y sus respectivas sillas. Los permisos se piden para cuatro años, desde este 2025 hasta el 2028 inclusive.
José Blanco ha solicitado autorizaciones independientes para montar los establecimientos expendedores de comidas y bebidas. Los proyectos se exponen en las oficinas del Servicio Provincial de Costas (en Lugo y Foz) y en los concellos de Ribadeo (en el caso de As Catedrais y O Cargadeiro) y Barreiros (el de la playa de Remior) para su consulta y, en su caso, presentación de alegaciones como paso previo a resolver las solicitudes y autorizar las instalaciones. Los puestos sería temporales y desmontables. Las solicitudes se hacen al amparo del Reglamento General de la Ley de Costas, que regula los usos permitidos en playas, incluidos los servicios de temporada como chiringuitos, que son considerados actividades económicas compatibles siempre que no alteren el medio natural.
La solicitud para As Catedrais contempla situar el puesto y la terraza al lado del arroyo que vierte en la playa, en dirección a los aseos y haría competencia directa al bar restaurante que hay junto al acceso al arenal. Se pide permiso para el período del 1 de mayo al 30 de septiembre.
La instalación consistiría en un quiosco desmontable de una única planta y una altura de 2,40 metros, que por su localización no alteraría las vistas del monumento natural de As Catedrais. Sería un contenedor móvil de madera integral o con acabado de madera, de 6 metros por 2,50, que se dispondrá sobre el terreno sobre cuatro apoyos de madera maciza, sin necesidad de algún tipo de cimentación. Los acabados exteriores -se indica en el proyecto- serán acordes con el entorno, pudiendo ser madera tratada en tono roble o castaño, o incluso pintada de colores que mimeticen con el entorno. Y se aclara que no se producirían ruidos ni emisiones contaminantes. Una vez finalizada la temporada, las instalaciones serán desmontadas y retiradas sin que quede huella física de su presencia.
La superficie a ocupar sería de 15 metros cuadrados cerrados, los referidos al quiosco desmontable de 15 metros cuadrados (6 metros por 2,5 metros) más cinco metros cuadrados de almacén anexo, otros 50 metros cuadrados abiertos para la zona de terraza equipada con diez mesas y sus correspondientes sillas y 15 metros cuadrados de zona de servicio.
En cuanto al puesto en O Cargadeiro, la solicitud se hace del 20 de junio al 15 de septiembre. Se propone colocar un contenedor de 6,05 metros por 2,40, realizado en acero, cubierto por madera de pino. Se puntualiza que el contenedor se preparará para que sea desmontable, de modo que su transporte hasta el punto de instalación (al lado de las arcadas donde desembocaban las vagonetas, en dirección al albergue de peregrinos) no precisará de vehículos pesados especiales.
Finalmente, el chiringuito en la playa de Remior se propone ubicar en una zona colindante al paseo marítimo, dejando libre todas las zonas de paso. Como en los otros casos, sería un quiosco desmontable que se depositaría sobre apoyos niveladores sin necesidad de cimentación. Tampoco produciría ni ruidos ni emisiones contaminantes y al final de la temporada se retiraría sin dejar huella física de su presencia. Se pide autorización para montarlo del 20 de junio al 15 de septiembre.
«Llega más gente de la que se puede atender»
«Ahora mismo en la temporada de verano los recursos que tenemos para atender el turismo son insuficientes. En temporada alta los restaurantes están llenos todos los días y hay mucha más gente de la que podemos atender. Estos puestos con terraza así concebidos, respetuosos con el entorno, creo que serían positivos porque darían servicios a vecinos y visitantes», apuntó José Blanco. Y añadió: «En As Catedrais, donde en verano acuden más de 4.000 personas al día, pensamos que sería un complemento positivo al restaurante que ya hay allí. A ver si nos lo autorizan, porque lo planteamos con todo cuidado y respeto al lugar, con los estándares de calidad que se pueden exigir a este tipo de establecimientos. Y como complementos planteamos los proyectos en O Cargadeiro y Remior. Son tres, si bien el prioritario es el de As Catedrais».