Tramitan replantar montes de pinos que ardieron con 50.000 eucaliptos destinados a hacer celulosa

La Voz RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Ecologistas denuncian que el lobi del eucalipto dicta la planificación forestal y que hay presiones de papeleras y madereros

26 mar 2025 . Actualizado a las 09:37 h.

El Concejo de Valdés, en el occidente asturiano, además de ser el cuarto en superficie del Principado es también de los que más incendios forestales ha sufrido en los últimos años, destruyendo grandes extensiones de terreno. Fue el caso del monte La Figal y el Gallo, en Barcia-Valdés, cuando gran parte de la madera fue pasto de las llamas en marzo del 2023, parte de la cual ya ha sido retirada. Con una superficie total de 45,63 hectáreas, la propiedad llegó a un acuerdo de alquiler con Bosques do Atlántico, que ahora pretende reforestar el monte actuando en 34,18 hectáreas (descontando de la superficie total las zonas de conservación), de las cuales cuatro ya están pobladas con eucalipto glóbulus; 30,01 con pino quemado y globulus y 0,17 hectáreas con prado natural abandonado.

La actuación implica un cambio en el uso del suelo y se encuentra en los supuestos que regula la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental, por lo que se precisa hacer el trámite de evaluación ambiental simplificada. El proyecto se expone estos días al público en la fase de presentación de alegaciones.

La idea del promotor es plantar eucalipto glóbulus en toda la superficie, a una densidad de 1.587 pies por hectárea.

En el estudio se indica que los trabajos de reforestación «a realizar son necesarios para el buen desarrollo del monte. Hay que actuar inmediatamente para transformar un área quemada y expuesta a la erosión en un área protectora del suelo y productiva. Los incendios forestales tienen un sinfín de consecuencias, y en este monte han sido drásticas, de peligro para la vida de los animales y la vegetación, provocando daños materiales elevados. Con la repoblación se pretende principalmente reforestar una zona quemada, por lo que se fomentará la producción forestal del monte y se incentivará el trabajo forestal».

También se reforestará un antiguo prado en estado de abandono que no produce y una zona ocupada por eucalipto que será previamente talada. Se indica que por el crecimiento que se observa, el pino no se ha adaptado bien al terreno del monte La Figal y el Gallo y que la principal actividad del eucalipto que se plante en su lugar sería la producción de celulosa.

«La especie forestal a introducir ya existe en el entorno cercano, lo que no supondría un impacto significativo aparente y que seguirá los criterios de la Certificación Forestal Sostenible. En este monte se realizarán los trámites necesarios para que sea certificado en PEFC y FSC», se añade en el estudio de impacto.

Contra estos argumentos y el cambio de cultivo de pino a eucalipto glóbulus se opone la Plataforma Ecologista de Asturias. El colectivo opina que el estado actual del monte, degradado al perder la cubierta vegetal arbórea con la corta de parte de la madera quemada, constituye una oportunidad para plantar especies autóctonas, lo único que puede ayudar a evitar los grandes incendios, «dejando de lado una visión centrada en el beneficio económico cortoplacista, como se pretende con este proyecto para poner un cultivo forestal para producir madera para uso industrial».

Y añaden: «No se puede tolerar que sea el lobi del eucalipto quien dicte la política y la planificación forestal (...) atendiendo exclusivamente a sus intereses comerciales, sin tener en cuenta criterios sociales, medioambientales o de planificación económica general».