Santiago Parga, ribadense de corazón, recibe un galardón de manos del rey Felipe VI

La Voz RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

Santiago Parga, el cuarto por la derecha, en la segunda fila
Santiago Parga, el cuarto por la derecha, en la segunda fila Casa de S.M. El Rey / Jose Jimen

El astillero que fundó, distinguido en el Premio Nacional PYME del Año

31 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El astillero Moggaro Aluminium Yachts, que tiene su matriz en la localidad segoviana de Valverde del Majano, cuenta con instalaciones en el polígono de Barres (Castropol) y prueba la mayoría de embarcaciones en la ría de Ribadeo, ha sido distinguido con un accésit en la VIII edición del «Premio Nacional Pyme del Año» a la Internacionalización. Santiago Parga, nacido en Bilbao y ribadense de corazón, recibió el galardón de manos del rey Felipe VI. En Ribadeo, Santi Parga tiene casa y están sus raíces familiares, porque fue donde nació su padre, José Benito Parga, quien impartió clases en la Escuela de Ingenieros de Canales y Puertos de Madrid y fue presidente de la Naval Gijón.

Santi y su hermano José fundaron Moggaro en 2003, quedándose el primero solo al frente de la firma en 2008. Moggaro ha diseñado, fabricado y vendido barcos en más de 30 países. En el origen del astillero tuvo mucho que ver Ribadeo. Santi y José venían a pescar a Ribadeo y cuando su primera lancha de fibra sufrió fisuras la repararon con aluminio.

Tras recibir el premio, Santi Parga, lo recordaba a La Voz de Galicia: «El hecho de que Moggaro ? Barcos de Aluminio SL haya recibido el accésit Internacionalización en los premio Pyme de manos de SM el Rey, y una vez asimilada la trascendencia que tiene, me ha hecho recordar el inicio, cuando en 2003 decidí junto a mi hermano Jose crear un astillero para fabricar barcos de aluminio en Segovia. Teníamos un pequeño barco de fibra que se nos fisuró de tanto moverlo por carretera, y vimos que había una oportunidad con el aluminio, porque el mercado de aluminio era completamente inexistente en España. En aquel momento nos movía una ilusión, y probablemente si hubiéramos realizado un profundo análisis de mercado, las debilidades y amenazas se habrían impuesto claramente a las fortalezas y oportunidades. Sin embargo, 22 años después, con mucho esfuerzo y muchas idas y venidas, con el incansable apoyo familiar y gracias a un ejemplar equipo de trabajadores muy comprometido, tras más de 350 embarcaciones construidas entregadas la gran mayoría en el extranjero, puedo decir que aquella idea extravagante fue una buena iniciativa».