Se dieron dos circunstancias en el mismo día. Por la mañana Tráfico y la Guardia Civil anunciaban que reforzarán la vigilancia en las carreteras del municipio de Xermade, incluido Cabreiros (que afecta a cuantos/as viajamos desde A Mariña Occidental, que no somos pocos, por la LU-540). Realizarán controles con coches identificados y con vehículos camuflados al contabilizarse cinco víctimas mortales en accidentes en esa zona, tal como informaban.
Casualmente esa misma tarde circulando por la recta de Cabreiros desde Viveiro, poco antes de las 20 horas, atravesaron la carretera cinco jabalíes. Tuve suerte esa vez, cruzaron unos 20 metros más adelante. En otras ocasiones no pude evitar a un corzo y a un ciervo que colisionaron con mi coche en esa misma recta. En las curvas de A Redoada no puede evitar a dos jabalíes. Es como una maldita ruleta de la suerte; da miedo conducir por esa recta y si no viene nadie me acerco a la mediana central por si irrumpen animales en la carretera tener tiempo a reaccionar.
Está bien controlar la circulación. Pero a lo mejor tampoco estaba de más controlar esos otros factores peligrosos que originan múltiples percances con frecuencia, y digo múltiples porque vi muchas veces a otros conductores víctimas de estos animales en Cabreiros. Me gustaría conocer la estadística de accidentes que provocan, podría alarmarnos. Quizá también se debieran controlar.