La última carta de Isabel Preysler a Mario Vargas Llosa: «Manda a alguien a recoger todas tus cosas»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GENTE

ATLAS TV

La celebridad hace públicas en sus memorias ocho misivas de amor y pasión que el nobel de literatura le envió durante su relación: «Te quiero mucho y hoy te beso, en cámara lenta, en tus orejitas, en tus hombros, en las manos y en los pies»

22 oct 2025 . Actualizado a las 20:03 h.

Asegura Isabel Preysler (Manila, 1951) que, después de toda una vida leyendo y escuchando a los demás contar su historia, a sus 74 años tiene ya «la edad adecuada» para relatarlo todo por sí misma, con sus propias palabras. Y así lo hace en Mi verdadera historia (Espasa), un libro de memorias que ha presentado este miércoles en Madrid y en el que todo lo que narra es «la realidad con matices». Una realidad que, además, ha pasado el filtro de sus hijos, que tuvieron acceso a sus páginas en primicia y la potestad de corregir y eliminar «lo que han considerado mejor».

Acompañada por su hija Tamara Falcó y amigas como Nuria González, viuda de Fernando Fernández Tapias, Preysler se presentó ante cien periodistas para hablar de su libro, en el que habla de su vida como madre de cinco hijos y como esposa y pareja de todos los hombres con los que ha compartido su vida.

Además de sus referencias a Julio Iglesias, Carlos Falcó y Miguel Boyer, uno de los capítulos más jugosos e íntimos del libro es el dedicado al escritor y premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa, su última pareja conocida y con el que mantuvo una relación de ocho años (del 2015 al 2022) que acabó de forma abrupta y en medio de una tensa disputa. Tras romper con Preysler, el escritor retomó la relación con sus hijos y con su exesposa, Patricia, de los que se había distanciado para estar con ella.

«Me llena de perplejidad y aún no consigo entender el empeño de su entorno por intentar hacer creer a todo el mundo que Mario fue desgraciado a mi lado», señala Preysler. Por esta razón, como prueba de lo feliz que fue a su lado el novelista peruano, Preysler ha sacado a la luz un total de ocho cartas que le envió Vargas Llosa cuando estaba lejos de ella y que dan muestra de una relación llena de amor, intimidad y complicidad. «Las cartas son mías y puedo publicarlas para demostrar que él era feliz conmigo», apunta sobre estos textos, que siempre iban encabezados con un «Isabel querida» o un «Amor mío».

«Me parece que hace siglos desde la última vez que te tuve desnuda en mis brazos, sintiendo latir tu corazón, viendo la lucecita verde que asoma en el fondo de sus ojos por momentos, sintiendo la suavidad sedosa de tu piel. Te extraño, te quiero, el mundo parece vacío y sin vida cuando no estás conmigo», escribe en uno de los fragmentos Vargas Llosa, que en otro momento se dirige a ella como «reinita de los delfines».

Vargas Llosa evoca con pasión la forma en que comenzó la relación entre ellos. «Cuando menos lo esperaba, ocurrió lo que ocurrió y fue como si empezara a vivir de nuevo. Desde la noche maravillosa de la peletera [ambos se besaron por primera vez el 2015 en el ascensor de la casa de la peletera Elena Benarroch], mi vida se llenó de juventud, de sueños, de deseos». [...] «Amor mío, cada vez descubro en ti cosas bellas, delicadas, pequeños detalles que me llenan de admiración y de felicidad. Y pienso la impagable dicha que será vivir toda una vida a tu lado, descubriendo cada día uno de los tesoros y maravillas que hay en ti. Te quiero mucho y hoy te beso, en cámara lenta, en tus orejitas, en tus hombros, en las manos y en los pies…».

«Nunca imaginé que me harías tanta falta, que, en tan poco tiempo, te hubieras vuelto alguien tan imprescindible y querido en mi vida», dice en otro momento. Y otro más: «Yo nunca he estado tan seguro sobre nada como lo estoy contigo. Te quiero y nada me haría más feliz que pasar todo lo que me queda de vida a tu lado, adorándote y procurando hacerte feliz. Qué revolución has causado en mi vida, amor mío».

Las dulces palabras de las ocho cartas de Vargas Llosa seleccionadas por Preysler para ser incluidas en el libro contrastan con una novena carta, una fría y seca misiva que ella misma le escribió al novelista el 12 de diciembre del 2022 para romper la relación. Pocos días después su separación saltaría a la luz pública. La misiva de Preysler empieza con un «querido Mario» y se despide con «un abrazo» y su objetivo es dejar por escrito que se ha acabado la ilusión, la complicidad y la alegría y que la relación ya «no se parece en nada» a lo que tenían al principio. «A nuestra edad y en nuestro caso, las escenas de celos infundados están totalmente fuera de lugar y dan hasta vergüenza».

La carta confirma los rumores de que el escritor había abandonado la mansión de Isabel Preysler sin dar explicaciones y que había mandado a alguien a recoger su ropa y su pasaporte, algo de lo que ella se enteró por el servicio doméstico. Este fue el detonante de la ruptura, según afirma. «Lo que de verdad hace imposible la convivencia es la mala educación y tú estás muy mal educado. Mi casa no es un hotel en el que las personas van y vienen sin tener en cuenta a los demás», escribe. Afirma la celebridad que aquella no era la primera vez en que ocurría algo parecido, una razón más que suficiente para cerrarle las puertas definitivamente: «Esta ha sido la segunda vez que lo has hecho, pero no va a haber una tercera. Por respeto a mí misma y porque no me lo merezco, no voy a dar por bueno tu comportamiento que considero totalmente inaceptable… Por favor, manda a alguien a recoger todas tus cosas».

Preysler dedica el libro de memorias a sus padres («por darme una infancia inmensamente feliz»), a sus hijos y a sus nietos, ya que le gustaría que «entendieran con el paso de tiempo la importancia de la bondad y de tratar con empatía a las personas que se encuentren en su vida».