Manel Yáñez Dablanca es de esas personas que al primer golpe de vista sospechas que es un buen tipo. Es, además, o sobre todo, profesor. Y de una disciplina tan necesaria como minusvalorada: Filosofía. ¿Cabe hacer un alto, reposar, reflexionar, dejarse madurar con el tiempo, no con las prisas de incubadora, en la vorágine a que nos somete el mundo actual? Manel opina que sí. Y no desiste. Seguro que en unos días enviará a los medios su comentario de cada 21 de noviembre, Día de la Filosofía. Y escribirá frases tan irreverentes como éstas exponiéndose al anatema: «A reflexión libre, razoada e informada debe ser tarefa obrigatoria xa que os cambios tecnolóxicos que estamos vivindo poñen en perigo o noso posto no Cosmos e a responsabilidade que iso conleva».
Entre tanto griterío como nos bombardea, va el bueno de Manel y suelta que la Filosofía es la única disciplina que contiene los valores esenciales que deben regir la práctica cotidiana para transformar las sociedades, que estimula el diálogo y la cooperación entre pueblos y culturas.
Discernir entre verdad y mentira, los titulares de usar y tirar, los anónimos que solo buscan desestabilizar. De ello habla Manel a sus alumnos y les facilita herramientas. En el IES de Ribadeo Dionisio Gamallo Fierros es el coordinador de Proyectos Europeos. El centro es Escola Embaixadora do Parlamento Europeo (hay 127 en toda España y 7 en Galicia) y en los últimos años viene figurando como Escuela Mentora (64 en toda España y solo cinco en Galicia, una de ellas otro mariñano, el IES Monte Castelo de Burela, condición que ha estrenado este curso). Las actividades que proponen y de las que participan desde hace años la dirección y el profesorado, comenta Manel, pretenden fomentar el conocimiento de Europa y de la democracia parlamentaria entre la gente joven «e incentivar la reflexión y la conciencia social para conseguir una comunidad tolerante, participativa y crítica». En definitiva, educar en valores.
Todo esto viene a cuento porque hace unos días el IES de Ribadeo celebró una entrega de diplomas de la escuela embajadora del curso 2024/2025 y organizó una charla de Rosita Bugiolacchio, de la asociación Ingalicia, sobre los proyectos Erasmus+, los Cuerpos Europeos de Solidaridad y las actividades de voluntariado de ayuda humanitaria.
Son noticias que pasan desapercibidas en el océano de Internet, con una repercusión proporcionalmente opuesta a su importancia y pertinencia. Son iniciativas para desarrollar una conciencia crítica en los chavales, fomentar la participación ciudadana y desarrollar la madurez. En un mundo cada vez más superficial, dirigido y manipulado por los algoritmos, por el postureo y la codicia insaciable, por el desalentador cinismo y las engañifas de tantos políticos, jueces y periodistas con sus hordas que los jalean (¡en esas manos estamos!), frente a esos poderes a los que interesa una juventud acrítica, impulsiva, aborregada y fácilmente manejable (corazón sin cabeza), buena suerte a los profesores anónimos, vocacionales y bienintencionados que aún no han desfallecido en el intento. La educación siempre será la última esperanza.