No es un milagro, es constancia: «Tengo un cliente que pasó de 101 kilos a 79 en un año»

A PONTENOVA

Ana Iglesias lleva dos décadas enseñando buenos hábitos alimenticios al frente de la tienda de Naturhouse del Ensanche de Santiago
05 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Ahorrar más dinero, dejar de fumar, hacer ejercicio, perder peso... Son los propósitos de Año Nuevo más comunes y, después de los excesos navideños, son muchos los que empiezan ahora la dieta, aunque las buenas intenciones no bastan. No existen los milagros, la clave es la constancia, dice Ana Iglesias López, quien lleva 23 años acompañando desde Santiago en el proceso de la pérdida de peso a infinidad de personas, guiándolas y motivándolas para que no flaqueen cuando la fuerza de voluntad mengua. Esta lucense (de A Pontenova) de 52 años es la responsable de la tienda de Naturhouse en la rúa Frei Rosendo Salvado. Licenciada en Biología y especialista en Dietética y Nutrición, ha visto cómo algunos naufragaban en el intento, pero también ha sido testigo de cambios significativos. «Tengo un caso del que estoy súper orgullosa. Es un chico muy constante y realista. Tiene 45 años, mide 1,80 metros y vino porque tenía muchísimo colesterol y su médica le quería dar medicación. Empezó un 15 de enero y pesaba 101,2 kilos. A día de hoy, está en 79,5. Y lo más importante: le bajó el colesterol sin tomar la pastilla», cuenta.
«Lo más habitual es que venga gente que cogió unos kilos y quiere bajarlos. Pero, desde hace un tiempo, también entran otros que quieren aprender a comer y adquirir buenos hábitos. Aunque hay de todo, sí veo que ahora hay más interés por llevar una alimentación sana», destaca Ana, quien llegó a la capital gallega para estudiar COU con 17 años y hoy sigue residiendo en ella. Explica que el perfil medio que atiende en Naturhouse es el de una mujer de mediana edad, de 40 o 50 años, aunque se han puesto en sus manos personas de hasta 80 y «cada vez hay más hombres», matiza.
«Hay mucha frustración con el peso. El problema es que muchos quieren adelgazar sin hacer bien las cosas, saltarse la dieta el fin de semana o seguir tomándose su caña o su copa de forma habitual. Lo que no tienen en cuenta es que, cada vez que lo haces mal, te anula un día bien hecho», reflexiona.
Para ella, lo mejor de Naturhouse es su dieta, «porque se come de todo y la cantidad que quieras. Lo más importante es la combinación de alimentos y saber qué hay que ingerir en cada momento del día. No tienen que pesar la comida y pueden ir a tomar un churrasco sin problema. Un polvorón, por ejemplo, equivale en calorías a 8 yogures. Por eso, si vas a tomarlo, lo mejor es hacerlo al desayuno para quemarlo durante el día». Otra de sus ventajas es el seguimiento semanal, partiendo de los índices de grasa, masa muscular y retención de líquido y la tasa metabólica basal que arroja una báscula de bioimpedancia. «La gente es más cumplidora porque tiene que venir aquí a darme explicaciones... aunque el lunes es cuando menos gente tengo, a principios de semana estoy súper relajada porque el fin de semana se suelen pasar y tratan de rascar unos días para corregir los excesos», comenta risueña una mujer que se aplica a sí misma todo lo que aconseja, que además trata de entrenar tres veces a la semana y caminar siempre que tiene tiempo (con el parque de Eugenio Granell al lado de casa, es tentador).
Ana sostiene que «el efecto rebote no existe, simplemente si dejas los buenos hábitos volverás a estar cómo estabas, cae de cajón». Ella lo tiene claro: «No sirve de nada hacer una dieta súper estricta los dos primeros meses del año y que luego vuelvan a los malos hábitos. Es perder el tiempo y, a veces, la salud». Advierte en este sentido que «hay mucha confusión y mitos con el tema de la alimentación, y lo peor es internet, donde encuentras mucha información falsa». Tras todo este tiempo al pie del cañón, esta especialista en nutrición observa que hará una década sí había un pico en la demanda mucho más alto en enero, por los buenos propósitos de año; y luego, entre mayo y junio, de cara a la famosa operación bikini. Llegaba a haber lista de espera. Ahora, sin embargo, es todo mucho más lineal. Incluso hay gente que vino por primera vez la semana de Nochebuena, algo que antes parecía impensable... son de esos casos que, más que bajar de peso, quieren cuidarse. Hay que tener en cuenta que cada vez tenemos más comida basura a nuestro alcance. Si lo analizas, en un supermercado hay 67 pasillos que se podrían eliminar y seguiríamos viviendo sin problema: procesados, alcohol...».