Los residentes retan al Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar a testar los menús en un acto público y con medios de comunicación; la Xunta defiende la calidad de los platos dice que se someten a controles exhaustivos
29 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los residentes en la vivienda comunitaria de A Pontenova (están ocupadas 8 de las 13 plazas existentes) volvieron a denunciar en los últimos días la calidad de la comida que les dan, que el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar tiene contratada con una empresa de cátering pontevedresa. La noticia fue recogida por varias cadenas de televisión nacionales. Dos miembros del Consorcio (uno de ellos el propio gerente, Perfecto Rodríguez) se reunieron con los usuarios para compartir con ellos un menú y escuchar sus quejas: «Custoulles comer o peixe e marcharon impresionados de como era a comida», manifestó Manuel Pérez Vázquez, quien de alguna manera ejerce como portavoz del grupo.
Explica que tras las quejas durante un tiempo la comida pareció mejorar, «pero agora xa non se traga. O outro día nos dixeron que a empanada, que chega case crúa para requentala, non a ían a volver mandar, pero a empresa quere seguir meténdoa igual». Para poner y quitar razones, Manuel Pérez reta a los responsables del Consorcio a organizar una cata pública de los platos que les sirven, con la presencia de los medios de comunicación y quien quiera asistir: «Se non hai nada que ocultar, se a comida está tan ben, fagámolo», dice.
Estos días personal de la empresa de cátering es está desplazando hasta A Pontenova para estar con los residentes cuando se sirven los menús. Pero las quejas siguen. De hecho, ayer mismo, dijo Manuel Pérez, él y otro compañero rechazaron la comida que les ofrecían y decidieron ir a comer a un restaurante a Meira.
Por residir en las viviendas comunitarias cada jubilado aporta un porcentaje de su pensión. Quien más paga es, precisamente, Manuel Pérez, 800 euros al mes. El resto se sitúan por debajo de esta cifra: «Pero non é unha cuestión de cartos. O caso é que se che dan un servizo ten que ser bon, senón que non o dean».
Manuel Pérez aportó fotografías de los platos para apoyar sus críticas a la dudosa calidad que les atribuye. De hecho, aclara que no son pocos los días que finalmente acaban yendo a un restaurante a comer. Recuerda también que hace unos meses presentaron una queja a la Valedora do Pobo, que sigue pendiente de resolución, «porque dende a Xunta non lle contestan, e iso que xa o reclamou en dúas ocasións».
La Xunta defiende la calidad del servicio con platos de «quinta gama»
En una contestación escrita a preguntas de diputados del BNG, la Xunta avala el servicio de comedor de las viviendas comunitarias de A Pontenova. Explica que la cocina de «quinta gama» que se sirve en los centros de atención a personas mayores de la red del Consorcio permite diseñar dietas específicas para cada usuario, con productos naturales, equilibrados y sencillos que se ajustan a sus necesidades dietéticas específicas y a las preferencias gastronómicas.
La Xunta acredita que la empresa de cátering que presta el servicio realiza con frecuencia exhaustivos controles de calidad, que incluyen catas semanales para analizar el punto de cocción de los alimentos y su sabor. Dice que «de xeito minucioso» se eligen las materias primas que mejor se adaptan a cada receta» y que el equipo técnico del Consorcio también hace un estricto seguimiento. Los menús son diseñados por nutricionistas, adaptando los platos a las necesidades de cada usuario, según los informes médicos aportados.
Añade que la empresa adjudicataria tiene un departamento de calidad que hace encuestas de satisfacción y concluye señalando que después de una década aplicándose este sistema en más de cien centros, con 2.500 usuarios, «o nivel de satisfacción xeral é moi bo».
La empresa de cátering manifestó que en Lugo sirve también al centro de día de Ribadeo y a las viviendas del Consorcio en Pantón, Pobra do Brollón, Abadín, Monforte, Chantada, Cospeito, Begonte, Lourenzá y O Corgo, sin que se haya habido quejas.