El fútbol mariñano se vuelca con la Asociación Guillem Veiga Iglesias para la detección precoz de trastornos del desarrollo infantil
ALFOZ
El entrenador del CD Alfoz, Nicolás Veiga, inició junto a su pareja un proyecto que homenajea a un hijo fallecido
27 feb 2024 . Actualizado a las 13:46 h.Nicolás Veiga Levray ha dedicado más de media vida a su pasión por el fútbol. Dirigió al Iberia, en la cantera de la SD Ribadeo, al Astur Vegadense, al Praias de Barreiros de fútbol sala y, actualmente, es entrenador del Alfoz, en Segunda Galicia. Sin embargo, su partido más importante lo libra lejos de los terrenos de juego. Junto a su pareja, la psicóloga y psicopedagoga Carmen Iglesias Fuentes, ha creado la Asociación Guillem Veiga Iglesias.
«El nombre es un homenaje a un hijo que perdimos. Sufría una cardiopatía congénita y vimos que, aunque nosotros pudimos acceder a muchos profesionales que nos ayudaron, para mucha gente es difícil encontrar a quién acudir. Si los problemas en el desarrollo de niños y niñas se detectasen de una forma realmente precoz, su calidad de vida podría mejorar mucho y, en muchos casos, llegar a desenvolverse de forma independiente», explica la mujer sobre un proyecto cuya prioridad es contribuir a «la detección precoz de trastornos en el desarrollo».
Nicolás ejerce de administrativo en una asociación formada por cinco personas, donde el presidente es su hermano Bachir, también vinculado al fútbol —es jugador del Iberia—, y pudieron contratar a una trabajadora tras beneficiarse del plan Coopera. Aunque desde su creación en el 2018 «no ha pasado un mes sin que viniese una familia a pedir ayuda», eso los ha lanzado a dar forma a varias iniciativas. Es fácil localizarlos en las redes sociales de Guillem Veiga Iglesias y en el teléfono de contacto 672-986-476.
Campaña «Inquedanzas»
Mediante la campaña «Inquedanzas» pretenden sensibilizar para que los padres actúen ante las primeras sospechas de necesidades especiales en sus hijos. «Aquí no se está diagnosticando TEA (Trastorno del Espectro Autista) hasta los tres años, cuando lo ideal es hacerlo con 20 o 24 meses. En Cataluña, de donde soy, la Seguridad Social cubre muchas de estas pruebas, pero aquí no. Son costosas y en A Mariña hay pocos sitios donde hacerlas», lamenta Carmen. «La prevalencia es muy alta. Un 16 % de los niños tienen algún trastorno en su desarrollo y la mitad llegan sin diagnosticar a la escolarización», añade la profesional.
Para visibilizar su lucha proponen hacerse una foto representando con las manos «o corazón de Guillem» y subirlo a redes sociales con el hashtag #GVInquedanzas. A esta iniciativa se sumaron ya numerosos equipos de fútbol de la zona y el cuerpo de bomberos de Barreiros, entre otros colectivos y personas.
La segunda fase de su proyecto llevará charlas de detección precoz a las escuelas infantiles de A Mariña y para este verano preparan un programa de ocio inclusivo. «Muchos campamentos no están pensados para niños y niñas que tienen ciertas necesidades especiales. También tienen derecho a disfrutarlos», explica Carmen.
Junto a su marido, Nicolás, y el equipo de la Asociación Guillem Veiga Iglesias disputan un largo partido para el que ponen todo su corazón.