El fuego cercó a los cinco brigadistas de Barreiros evacuados al hospital

La Voz VIVEIRO

BARREIROS

Pepa Losada

La colaboración de la Guardia Civil, bomberos y vecinos fue clave para salvar del incendio a los operarios, ingresados en estado grave en el Chuac

16 sep 2025 . Actualizado a las 08:22 h.

A las 10.29 horas de ayer, la Consellería do Medio Rural dio por estabilizado el incendio forestal que se inició el domingo a las 16.14 horas en la parroquia de San Xusto de Cabarcos, en el municipio mariñano de Barreiros, y que, según estimaciones provisionales de la Xunta, afecta a una superficie de 80 hectáreas. En él resultaron heridos con quemaduras de diversa consideración cinco bomberos o componentes de la brigada helitransportada de Castromaior —uno de ellos, técnico—, con edades comprendidas entre los 24 y los 29 años. Continuaban ayer hospitalizados, con pronóstico grave, en la unidad de quemados del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.

El parte médico emitido por el centro ayer por la mañana recoge que los cinco brigadistas fueron evacuados de madrugada desde el Hospital Público da Mariña, en Burela, a la citada unidad del Chuac. Uno de ellos, de 24 años, presenta quemaduras de segundo grado, con un 25 % del cuerpo afectado, además de intoxicación por inhalación de humo. Otro profesional, de 25 años, sufre quemaduras de segundo grado en un 15 % del cuerpo; un tercero, de 24 años, quemaduras de segundo grado y afectación del 10 % del cuerpo, y otros dos, de 29 y 27 años, también tienen quemaduras de segundo grado, uno de ellos en un 8 % del cuerpo y el otro en un 5 %.

Según la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061, la Central de Coordinación recibió el domingo a las 18.38 horas una alerta por el incendio y envió a Barreiros cinco ambulancias, así como personal de los puntos de atención continuada (PAC) de Ribadeo y Mondoñedo.

Diversas fuentes confirmaron que en el rescate de los brigadistas fue fundamental la colaboración de los bomberos de Barreiros, de la Guardia Civil así como la ciudadana. Un guardia civil, ayudado por un vecino que conocía la zona, llegó al lugar donde habían quedado cercados por el fuego los brigadistas, en Rexa, junto al río. Uno de ellos había podido subir hasta la N-634 y dar la voz de alerta. Los otros cuatro estaban conscientes, pero no podían abandonar la zona por sus propios medios. Un brigadista fue transportado en el vehículo de los bomberos hasta la primera ambulancia, mientras que los otros tuvieron que ser trasladados en coches de la Guardia Civil hasta alcanzar los puntos a los que, debido a las complicaciones del tráfico, pudieron llegar las ambulancias en las que fueron trasladados al hospital. Aunque algunas fuentes aseguran que los operarios fueron cercados por el fuego tras un cambio en la dirección del viento, desde Medio Rural no se han precisado los detalles en torno a este suceso.

Además de arrasar plantaciones forestales, las llamas se acercaron a zonas habitadas, e incluso a carreteras principales, siendo Vilamar y Celeiro las poblaciones más afectadas.

El domingo se cortó temporalmente la circulación en los dos carriles de la A-8 en dirección A Coruña debido al humo, y se derivó el intenso tráfico por la antigua carretera N-634, que posteriormente, y por la humareda, también sufrió un corte total de forma temporal, situación que se mantuvo varias horas durante la mañana de ayer.

Desde el Ayuntamiento confirmaron que hubo que realizar, de forma puntual y temporal, algún desalojo de vecinos afectados, aunque no fue necesario utilizar las dependencias de las escuelas anexas a la casa consistorial preparadas por si fuera necesario.

Para lograr estabilizar el incendio se movilizaron un total de 4 técnicos, 24 agentes, 32 brigadas, 28 motobombas, 4 palas, 2 unidades técnicas de apoyo, 7 helicópteros y 3 aviones, notificó Medio Rural.

Pepa Losada

José Ángel González, ganadero de Barreiros: «O lume quedou a dez metros da casa»

m. cuadrado

Con el recuerdo de las recientes imágenes de los incendios que asolaron Ourense y del gran incendio forestal que en octubre del 2023 afectó a Ribadeo y a Trabada, José Ángel González, de la Gandeiría do León, reconocía ayer la impotencia que se siente cuando ves que el fuego amenaza con devorar tu casa. La de tu familia. No es lo mismo verlo en la tele que vivirlo en vivo y en directo.

«O lume quedou a dez metros da casa», asegura este vecino de Rexa, en Celeiro de Mariñaos, una de las zonas más castigadas por el incendio de Barreiros. Reconoce que, por la tensión vivida durante la noche y la madrugada del domingo, hubo momentos en que perdió la noción del tiempo. Cree que el peor instante pudo vivirse entre las nueve y las diez de la noche. Él nunca abandonó su casa ni la ganadería, pero el resto de los residentes de la vivienda lo hicieron por precaución. Aunque sus hijos durmieron fuera, su esposa y su padre regresaron horas después. «A miña muller, o meu pai e mais eu entramos de novo na casa ás tres da mañá», explica el propietario de la explotación de vacuno de leche.

José Ángel trabajó codo a codo con el resto de los operarios. Ante el avance de las llamas, él con su cisterna y los profesionales de extinción con otros medios mojaron la pista, los tejados de la casa y del establo, los rolos de hierba... «Á unha e media da mañá, o lume pasou polo lado da casa», relataba ayer, destacando el papel de los bomberos y del resto de los equipos de extinción, así como el empleo de toda la maquinaria: «Se non chega ser por eles, hoxe estaría ardendo en Foz».

Este vecino del municipio de Barreiros asegura que las reses estaban muy estresadas, por lo que, hasta que pasó el peligro, optó por trasladarlas a un prado situado junto a la explotación. «Por momentos, eu temín pola casa. Chegas a pensar que en segundos podes quedar sen nada», manifiesta este ganadero que cree que hay que invertir en prevención y concienciar a la ciudadanía: «Hai moito tempo que comento cos veciños que están as pistas pechadas de maleza. Dá pena».

Así quedaron las casetas de la romería de San Caetano
Así quedaron las casetas de la romería de San Caetano Pepa Losada

Efectivos y vecinos, pendientes toda la noche del fuego próximo a las casas

m. cuadrado/ p. losada

Algunos vecinos de Vilamar y de Celeiro, en Barreiros, acudieron este lunes a sus puestos de trabajo sin haber dormido. La proximidad a sus casas de las llamas del incendio forestal que se declaró a las 16.14 horas del domingo, que avanzó durante horas calcinando unas 80 hectáreas y que se aproximó a zonas habitadas obligó a los profesionales que participaron en la extinción a emplearse a fondo y a los vecinos a vigilar e intentar proteger sus propiedades. Aunque se avisó por prevención, finalmente no hubo que evacuar casas.

Las casetas de la romería de San Caetano devoradas por el fuego y amplias franjas forestales situadas junto a viales secundarios, a la N-634 e incluso a la A-8 totalmente calcinadas son algunos de los ejemplos visibles de la devastación. Las horas de angustia y miedo, el ruido de los árboles al arder, las «charametas» o «faíscas» saltando y prendiendo en otros puntos o el humo irrespirable que obligó a realizar algunos desalojos puntuales quedarán como recuerdos imborrables. Difíciles de olvidar, como bien reconocía Xabier López, vecino y miembro de la organización de la romería, o el ganadero José Ángel González, entre otros.

La presencia de la Guardia Civil en las dos últimas jornadas también fue constante en carreteras, pistas y junto a viviendas. La alcaldesa Ana Ermida recorrió las zonas más afectadas los dos días, e indicó que se investigará si el fuego se inició bajo una línea de alta tensión; la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, y el delegado de la Xunta, Javier Arias, se desplazaron el domingo y Lara Méndez, secretaria de Organización del PSdeG y viceportavoz segunda socialista en el Parlamento, acompañada por la portavoz en Barreiros, Carmen Veiga, y por el alcalde de A Pontenova, Darío Campos, visitó ayer la zona: «O que tocaba hoxe era estar en Barreiros para apoiar aos veciños e veciñas e o traballo dos brigadistas». También se desplazó a Lourenzá, que estuvo en alerta toda la noche.

Pepa Losada

Bomberos comarcales: «A las siete de la mañana volvimos a la base»

Entre los medios de extinción desplegados en la zona se encontraban Protección Civil y bomberos de Barreiros. Desde el parque aseguraron ayer que también se desplazó un equipo del parque comarcal de Viveiro y la nodriza del parque de Vilalba, entre otros. Un total de 12 efectivos. «A las siete de la mañana volvimos a la base», aseguraban desde el puesto de mando del parque barreirense, que ayer recorrieron de nuevo zonas afectadas.

Durante la noche del domingo su tarea se centró en proteger las casas y las zonas próximas a las mismas, principalmente en Rexa y San Caetano, en Celeiro, en Vilamar..., incluida alguna granja. Bomberos y Guardia Civil auxiliaron a los brigadistas heridos, refugiados junto al río. (Más información en Galicia).

El centro operativo de mando y de control y un puesto de avituallamiento junto a O Asador

El centro operativo y de control del incendio se instaló en las proximidades de la rotonda de O Asador. Francisco Durán, director de extinción y técnico de distrito, estaba acompañado ayer a mediodía por José Manuel Rodríguez, técnico de distrito. Durán reconocía que la previsión de control del incendio era favorable, destacando como punto a favor la lluvia, y remarcaba que podían quedar rescoldos, lo que obligaba a no bajar la guardia. En la zona también había un puesto de avituallamiento con comida y bebida para los efectivos.

El Concello recibió ofertas de hosteleros por si hubiera que realojar a vecinos

La alcaldesa de Barreiros confirmó que, aunque de forma temporal hubo desalojos, no fue necesario finalmente habilitar el domingo las escuelas anexas a la casa consistorial para realojar a vecinos afectados. «Abrímolas por si fixera falta, pero non foi necesario», reconocía ayer a mediodía. Ana Ermida agradeció el ofrecimiento que recibieron por parte de establecimientos hosteleros brindando sus instalaciones por si fuera necesario acoger a vecinos afectados.

Desde el Concello también agradecieron «a inmensa labor dos brigadistas, persoal de extinción, aos bombeiros comarcais do Consorcio de Lugo (Barreiros, Vilalba e Viveiro); que estiveron protexendo as casas do lume, e demais efectivos que traballaron arreo para controlar as lapas» y le desearon una pronta recuperación a los brigadistas heridos graves.