16 años de servicio y voluntarios entregados, la historia del ropero de Foz: «Hai xente que nos trae roupa sen estrear»

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO FOZ / LA VOZ

FOZ

Un equipo de voluntarias atiende el ropero del Concello que funciona en la avenida Álvaro Cunqueiro
Un equipo de voluntarias atiende el ropero del Concello que funciona en la avenida Álvaro Cunqueiro PEPA LOSADA

En este servicio del Concello recogen y entregan prendas, calzado y ropa de cama. Hay cita previa por organización y para una atención personalizada

13 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las donaciones solidarias y el altruismo del voluntariado ha alentado y nutrido el ropero municipal de Foz, un servicio creado por el Concello en 2009 que ya generó mucho interés cuando comenzó a funcionar. Hoy sigue tan activo como siempre, si bien se han ido mejorando y adaptando diversos procesos, como limitar el número de prendas a entregar, ofrecer una prestación más personalizada con cita previa...

El servicio, dependiente de la Concellería de Servizos Sociais e Benestar, Inclusión e Inmigración, se presta en un entresuelo de la avenida Álvaro Cunqueiro, donde un equipo formado por al menos ocho voluntarias se ocupa de recepcionar las donaciones, revisar las prendas y clasificarlas, pero también de atender a las personas que acuden al centro en busca de ropa o calzado. Cuentan con artículos para todas las edades, desde bebés a ancianos.

La concejala Ana Rojo, que elogia el trabajo del voluntariado, asegura que el ropero abre los miércoles en horario de mañana, de 11.00 a 13.00 horas, pero también, en caso de que haya demanda y tras reservar cita previa, los jueves y los viernes, ambos días de 17.00 a 19.00 horas. «No caso de que houbera emerxencias, tamén se avisa e vaise sin ningún problema. Xa non sería a primeira vez», insiste la edila. La cita, tanto para acudir al servicio a buscar algún artículo como para realizar donaciones, se puede solicitar en las oficinas de Servizos Sociais.

Desde el Concello piden que las prendas se entreguen limpias y en buen estado, tanto en lo que respecta a la ropa o el calzado como también a la ropa de cama, ya que en el ropero también tienen sábanas y otros artículos.

La generosidad y solidaridad vecinal refuerza este servicio en el que incluso reciben prendas nuevas: «Hai xente que nos ten traido roupa de cama nova, sen estrear». Raro es el día que en el ropero no atiende a nadie. Eso sí, por cuestiones organizativas, se limitan las donaciones a una media de ocho prendas por persona al mes. «Si fora unha situación excepcional, tamén se revisaría», apunta la concejala Ana Rojo, que asegura que aunque el servicio está pensado para atender las necesidades de vecinos del municipio, también se acercan residentes de otros ayuntamientos en busca de ayuda. Por cuestiones de limpieza e higiene, y también de aprovechamiento de espacio, todo está organizado por tallas y por temporada.

La concejala agradece especialmente el trabajo que desarrolla el voluntariado ya que, además de colaborar en el ropero, lo hacen en el Banco de Alimentos y en la protectora de animales.

Con respecto al banco, ubicado en el bajo del Centro Social, en el puerto, el supermercado Alimerka dona todos los días alimentos, algunos con fecha próxima a caducar. Y, en el caso de Mercadona, desde hace unos dos años, también hace donaciones los jueves y viernes. «Temos dúas neveras e dous conxeladores que nos prestan moito servizo», insiste Rojo.