Nikita Burzanitsa, pianista ucraniano que actuará en Mondoñedo: «Lo más importante es que mi pasión por la música llegue a la audiencia»
MONDOÑEDO
El Centro Cultural Santa Emilia recibirá entusiasta a la «nueva voz suprema del piano», avalada por el Royal College de Londres
28 ago 2025 . Actualizado a las 17:56 h.«La nueva voz suprema del piano», Nikita Burzanitsa, dará un concierto especial este sábado en Mondoñedo (Centro Cultural Santa Emilia, 20.00 horas; entradas en www.santaemilia.es). El joven ucraniano, nacido en Donetsk en una familia de músicos, está considerado «uno de los más espectaculares pianistas jóvenes de Europa» y es «uno de los más premiados de su generación». Ganador del Sheepdrove Piano Competition (2020) y avalado por el Royal College Music de Londres. En 2021 obtuvo siete primeros premios en Londres, Suiza, Moscú, Abu Dhabi, Viena, Italia y París. Ha recibido clases magistrales con músicos tan conocidos como Lang Lang.
—¿Desde cuándo supiste que nunca dejarías de tocar el piano?
—Empecé muy joven, pero el momento en que lo comprendí de verdad fue cuando me trasladé a Wells Cathedral School, en el Reino Unido. Estar rodeado de un ambiente tan profundamente musical me hizo darme cuenta de que el piano no era solo mi pasión: se convertiría en mi vida y en mi profesión. Desde entonces, no hubo marcha atrás.
—¿Qué representa el instrumento para ti comparado con otros?
—Para mí, el piano es infinito. Puede sonar como una orquesta completa, cantar como la voz humana e incluso actuar como un instrumento de percusión (aunque hay que manejarlo con cuidado). Su extraordinaria versatilidad me permite explorar cada emoción, color, cada matiz. Por eso lo llevo tan cerca del corazón.
—¿Es tu primer concierto en España?
—No, participé en el Concurso María Canals de Barcelona y ofrecí un recital en el sur de España hace años. Este concierto en Mondoñedo tiene un significado especial, y estoy verdaderamente ilusionado de poder compartir la música con este público.
«Este concierto en Mondoñedo tiene un significado especial, y estoy verdaderamente ilusionado de poder compartir la música con este público»
—¿Qué repertorio has preparado para el concierto en Santa Emilia?
—Toccata en mi menor de Bach, Gaspard de la nuit de Ravel y la Sonata n.º 7 de Prokófiev. Este programa es un viaje a través de mundos musicales muy distintos: Bach representa la claridad y la estructura, Ravel abre un universo de color e imaginación, y Prokófiev aporta energía e intensidad. Mi intención es mostrar el piano en todo su espectro —como arquitectura, como color y como fuerza— y llevar al público a un recorrido emocional. Lo más importante es que mi pasión por la música brille y llegue a la audiencia, para que pueda sentirla tan profundamente como yo.
—Como pianista profesional, ¿qué mensaje deseas transmitir?
—La honestidad es siempre mi mensaje. La técnica y el virtuosismo importan, pero lo que realmente cuenta es transmitir la verdad y la emoción que hay en la música, para que el oyente experimente algo auténtico y conmovedor.
—El virtuosismo es cada vez más valorado. ¿Es suficiente o no?
—El virtuosismo es solo el punto de partida. Abre la puerta, pero el verdadero arte llega cuando utilizas esa destreza para comunicar algo más profundo. La auténtica técnica me permite no preocuparme por las dificultades físicas del piano, y así puedo sumergirme plenamente en la música y pensar en términos musicales: dar forma a las frases, a los colores, a las emociones. Es la base que permite que la expresión surja con naturalidad y toque al público.
—¿Qué otros tipos de música o sonoridades te gustaría explorar?
—Me encantaría adentrarme más en la música de cámara, donde compartir ideas y sonido con otros músicos crea un diálogo completamente nuevo. Me atrae un repertorio muy amplio: no solo obras contemporáneas, en particular de compositores ucranianos, sino también música romántica y piezas que exploren toda la paleta de emociones, colores, texturas y sonoridades. Quiero experimentar todo lo que el piano puede ofrecer: su lirismo, su intensidad, sus sutilezas y sus contrastes dramáticos. Mi objetivo es descubrir siempre nuevas formas de transmitir sentimiento, atmósfera e imaginación a través del sonido.
«La cultura no debería limitarse a las grandes ciudades: puede florecer allí donde se la valore»
—En relación con la labor cultural que realiza Santa Emilia desde un lugar pequeño como Mondoñedo, ¿cómo la valoras?
—Me parece admirable. La cultura no debería limitarse a las grandes ciudades: puede florecer allí donde se la valore. De hecho, creo que Santa Emilia puede ser incluso más especial que algunos eventos en capitales, porque aquí a menudo se encuentra un público verdaderamente entregado a la música clásica, atento y profundamente implicado. Santa Emilia demuestra cómo un lugar pequeño puede tener un impacto poderoso y reunir a las personas a través de la música.