Rinlo, el lugar ideal para una piscina natural de agua salada como la que arrasa en Tapia (Asturias)
RIBADEO
En una de las antiguas cetáreas se podría crear sin apenas coste, como un reclamo turístico de primer nivel a un paso del laberinto vegetal
18 jun 2023 . Actualizado a las 08:00 h.La piscina de agua salada de Tapia de Casariego se ha convertido en un reclamo turístico de primer nivel (protagonizó recientemente un reportaje de National Geographic). Se trata de un espacio singular, enclavado en pleno casco urbano, concebido como criadero de langostas, que comenzó a funcionar a principios del siglo pasado y que se cerró en 1967. Durante 43 años permaneció en el olvido hasta que, siendo alcalde Gervasio Acevedo (PP), se rehabilitó y acondicionó como piscina urbana, estrenándose en el 2010. Se culminaba así un proyecto que ya venían acariciando anteriores corporaciones municipales y que fue un auténtico éxito, que se ha mantenido en el tiempo salvo un paréntesis de dos años, cuando se cerró tras detectarse desprendimientos en un talud. Volvió a abrir en verano del 2021, cuando se le puso el nombre de Antonio Alonso Bedia, «Toño del Moderno», un tapiego fallecido ese año que destacó en su labor como socorrista.
Con un coste exiguo, mínimo al menos si se considera su potencial, a escasos kilómetros de Tapia, en Ribadeo, hay lugar propicio para hacer una obra similar: Rinlo. En la villa marinera ribadense hay tres antiguas cetáreas. Una de ellas fue recuperada hace tiempo como recurso turístico etnográfico; otra, la mayor, está más expuesta al mar, pero la intermedia está en perfectas condiciones para convertirla en una piscina igual a la de Tapia. Sería un reclamo turístico de primer nivel, a un paso del pueblo de Rinlo y del laberinto vegetal. Cada vez más gente lo propone y ya hubo algún partido político que lo incluyó en su programa electoral
Un proyecto de Costas olvidado en un cajón desde hace dos décadas
La ruta de las cetáreas de Rinlo y la ruta del tren minero Ribadeo-Vilaodriz, los dos proyectos que se presentaban como puntales en la proyección turística de Ribadeo, quedaron relegados víctimas de los recortes presupuestarios de hace años.
El proyecto de la ruta de las cetáreas de Rinlo (para recuperar las tres existentes entre los entrantes de la abrupta costa rinlega) se expuso al público a principios de 2009. Ante la vorágine de recortes presupuestarios, el BNG presentó una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado por la cual se incluyó una partida de 400.000 euros para que las obras se iniciasen a lo largo del 2010. Todo en vano. Papel mojado. La obra no llegó a licitarse.
Este ambicioso proyecto contemplaba una inversión cuantiosa, de 3,7 millones de euros, para construir una senda que discurriese por las antiguas cetáreas, desde Rinlo hasta A Devesa.
Según figuraba en el proyecto, la actuación tenía un marcado componente etnográfico y turístico, actuando sobre una superficie aproximada de 90.000 metros cuadrados a lo largo de los acantilados que unen Rinlo y A Devesa, donde se localizan las tres cetáreas, cuyos muros y edificios de interés serían recuperados.
En la primera de ellas, la más próxima a Rinlo, se preveía crear un espacio de pesca sin muerte. Esta cetárea ya fue recuperada por Costas años atrás, como parte del paseo marítimo. Las otras dos iban a ser restauradas como museos etnográficos y las naves exteriores de la tercera, donde se encontraban los criaderos de peces en superficie construidos hace casi medio silgo, serían habilitadas como acuarios, con plantas marinas y crustáceos. También se preveía hacer una ruta peatonal por la carretera costera.