Tras ocho años opositando y sacando de las mejores notas, pero sin lograr plaza, Tamara Castillo se embarcó en un proyecto personal y satisfactorio
09 sep 2025 . Actualizado a las 20:33 h.«La Pomposa» es el nombre de una granja abierta en Mántaras, en Tapia, a unos 20 kilómetros de Ribadeo, tras la que se encuentra Tamara Castillo López y una mujer de 33 años de edad que decidió emprender, cansada y un tanto frustrada tras opositar con éxito durante ocho años a una plaza de profesora de Educación Infantil, situándose siempre entre las mejores notas, pero sin lograr plaza lastrada por su baja puntuación en experiencia laboral, aunque ejerció como profesora en La Rioja y en Asturias. Apostó por criar y exhibir un ganado exótico, las alpacas, y hace unos quince días abrió «La Pomposa», con gran éxito de público, por lo que se muestra muy ilusionada y satisfecha.
«Durante muchos años me tomé los estudios como una profesión, como un trabajo de ocho horas diarias. Nunca suspendí una oposición, pero las buenas notas que obtenía no se correspondían ni con una plaza fija ni en el trabajo que al final lograba en sustituciones. Por eso, por muy buena nota que sacase en las oposiciones, no lograba la puntuación suficiente. Después de ocho años así llegó un momento en que no estaba convencida de seguir intentándolo. Lo intenté en otros puestos de docencia, trabajé en hostelería y al final me propuse montar algo por mi cuenta», relata.
Y de ahí a abrir una granja de alpacas, un mamífero camélido, de la misma familia que la llama aunque más pequeña (con un cuerpo y cuello delgados), domesticado en los Andes y que se cría principalmente por su valiosa fibra, suave, cálida, resistente y antialérgica. Se hábitat natural se localiza en Sudamérica, especialmente en Perú.
«Cuando trabaja de maestra visite una granja y fue un amor a primera vista. Fue en el año 2017, en Cantabria y me quedé tan prendada de las alpacas que siempre me estaban dando vueltas por la cabeza. Tanto fue así que en mi familia empezaron a bromear con que si no sería buena idea que, ya que tanto me gustaban, criase alpacas», recuerda.
«Barajé muchos negocios y surgió esa idea. Por afición llevaba mucho tiempo aprendiendo todo sobre las alpacas. En el 2022 visité granjas, hice un curso para manejar y después me hice autónoma para comenzar con este proyecto», continúa relatando.
Con la colaboración de su compañero sentimental, familiares, vecinos y amistades fue dando forma a su proyecto. Alquiló dos fincas, que suman 30 hectáreas, las acondicionó y preparó las cabañas y cobertizos para el ganado. Al tiempo, concurrió a una línea de ayudas del Principado, logrando una subvención. Hace mes y medio le llegaron las seis primeras alpacas, las que cría de momento y que muestra al público en visitas guiadas desde hace quince días.
«Hago de todo y por eso acabo el día muy cansada, pero también muy contenta»
De momento, tras el arranque de «La Pomposa», Tamara Castillo se encarga de todo: «Así es. Cuido, alimento y atiendo al ganado; llevo las redes sociales; concierto y atiendo las visitas... Hago de todo. Estoy muy cansada, pero también muy contenta por el eco y el recibimiento que ha tenido la granja. La gente está mostrando mucho interés y le encanta la experiencia, que de momento está en una fase incipiente, porque las alpacas que tengo son crías, la mayor tiene 10 meses, y no están acostumbradas a interactuar con la gente. Estoy trabajando con ellas y ahora ya empiezan a darse bastante a la mano», explica. Son seis alpacas machos las que cría, a las que en breve se sumará la primera mastín de la finca: «El Principado me lo pide, porque es una zona de lobos. Y no descarto tener más alpacas y algún otro animal que tengo en mente».
Para llegar a este punto ha realizado una inversión de unos 20.000 euros. «Las fincas tienen mucho potencial. La parte baja acaba en un río y en un prado muy guapo con un roble centenario. Con el tiempo espero poder hacer eventos».
Tamara Castillo ofrece visitas guiadas de una hora de duración, a las 12.00 y a las 17.00 horas, pero de cara al otoño e invierno, dado que las alpacas bajan su ritmo y se muestran menos activas, probablemente solo mantenga las de mañana. Los interesados deben contactar por mensaje privado (@granja.lapomposa). La experiencia comienza con una charla; sigue con un contacto con los animales, para darles alimento; tocar fibra 100 % alpaca, y una foto de recuerdo. Cada pase se limita a un máximo de 12 personas y los precios son de 15 euros los adultos y 10 euros los niños de 4 a 12 años. Se hacen descuentos para grupos y familias.