Un matrimonio con pasión por los clásicos y sin miedo a las curvas más difíciles

VIVEIRO

Xaime Ramallal

Carmelina Bellas y Cubi Fernández compiten con un Mazda 323F del 91 en ralis regularidad para coches antiguos y se han proclamado subcampeones de Asturias

18 ene 2022 . Actualizado a las 13:41 h.

El suyo es un matrimonio sin miedo a las curvas más duras. Hace 32 años que Carmelina Bellas (Viveiro, 1970) y Antonio Fernández (Viveiro, 1969), más conocido como Cubi, tiran el uno del otro por la carretera de la vida. Desde el 2018, también lo hacen en las competiciones de regularidad para vehículos clásicos. «Siempre nos encantaron los coches, y, cuando vimos que se hacía un rali de históricos en Viveiro, decidimos probar. Nos gustó mucho, y poco a poco fuimos apuntándonos a más carreras, aprendiendo y mejorando», explica una pareja que ha sido segunda en el Campeonato de Asturias de Regularidad Histórica.

Carmelina conduce y Cubi le da las indicaciones en un Mazda 323F del 91 que casi es uno más en la familia. «Fue mi primer coche, después lo usó mi hijo y luego mi hija. Es un coche de calle, no está adaptado ni nada. Solo tiene un biciclómetro y un cronómetro con el que calculas los tiempos en los que tienes que pasar por cada punto de control», apunta Cubi sobre una modalidad de automovilismo con numerosas diferencias respecto a las competiciones habituales de ralis.

«Se corre a carretera abierta. Te dan un libro donde explican por dónde tienes que pasar y a qué medias de velocidad para alcanzar cada sitio en un momento exacto, ni antes ni después. No puedes saltarte las normas de tráfico o las velocidades máximas de cada carretera. Te marcan unas medias que van cambiando durante el tramo. A lo mejor vas a 45, te pasa a 36, luego a 49... Y suelen ser carreteras de montaña, con muchas curvas, difíciles... Con el añadido de que puedes encontrar un camión o un dominguero que te fastidie», relata sobre una copa asturiana que el pasado curso iba a tener doce carreras, una cada mes, aunque una se canceló por el covid. Los mariñanos participaron en ocho. «Los tres peores resultados se descartan», explica Cubi.

«Hay que ser bastante tiquismiquis con el coche, tenerlo muy cuidado. En cada rali, que suelen ser los sábados o algún domingo, hacemos unos 300 kilómetros más el desplazamiento hasta allí», repasa sobre una competición para vehículos de más de 25 años. «Tiramos para Asturias porque en la mayoría de las que se hacen en el Sur de Galicia, el coche tiene que tener por lo menos 40 años», lamentan los subcampeones de la Copa Biciclómetros, una de las tres divisiones.

«Las mujeres piloto son una minoría, pero nosotros lo llevamos muy bien»

Aunque a algunos carcas aún les sorprenda ver a una mujer al volante en una competición automovilística, Cubi y Carmelina dicen compenetrarse a la perfección, y su reciente subcampeonato en una modalidad compleja les da la razón. «Llevamos 32 años casados, nos entendemos a la perfección y un buen entendimiento entre piloto y copiloto es fundamental. Las mujeres piloto aún son una minoría, pero nosotros lo llevamos muy bien. Aunque a mí también me gusta conducir, la navegación me encanta, por eso decidimos ponernos así», desvela Cubi Fernández. «Hay muchas mujeres copiloto, pero de todos los ralis a los que fuimos en el que más mujeres conduciendo había fue en uno en Ponferrada, poco antes de la pandemia. Eran nueve, y dieron una copa a la mejor clasificada, que fue Carmelina», añade.

El matrimonio viveirense anima a todos los públicos a conocer un deporte muy accesible: «Lo mejor es la parte social, el ambiente, pero nosotros vamos a competir. Estudiamos las carreras, qué podemos mejorar, hablamos con compañeros... Se pasa muy bien y es válido incluso para familias enteras porque con un permiso paterno, puedes ser copiloto desde los 14 años. Lo único que se necesita para competir es un coche con más de 25 años con ITV en vigor y ganas de pasárselo bien. Quien quiera iniciarse y no sepa cómo puede mandar un mensaje en redes sociales al Club Clásicos Viveiro».

Su accesibilidad no está reñida con el gran nivel de los concursantes: «Los portugueses que fueron campeones absolutos llevan más de 500 ralis, y también ganó la categoría de biciclómetros un copiloto que hace años fue campeón de España de ralis de velocidad. También hay muchos jóvenes, aunque los que solemos tener coches antiguos somos más veteranos».

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Carmelina Bellas y Cubi Fernández forman parte del Club Clásicos Viveiro, en el que cada vez son más los que se animan a competir. Esa entidad celebra desde el 2018 en la ciudad del Landro un rali regularidad histórica que fue aplazado los dos últimos años por la pandemia. Si todo va bien, volverá en mayo. «Me dijo el presidente que se va a hacer en mayo, como siempre, pero están pendientes de la fecha del Rali da Mariña de velocidad para no coincidir», explicó Cubi.

«Son una modalidad muy entretenida para los aficionados a los coches y cualquiera puede animarse a practicarla: amigos, parejas e incluso madres y padres con hijos o hijas. En Cantabria coincidimos con una madre y su hija», relatan sobre una modalidad que premia la constancia más que la velocidad y distingue categorías absoluta, solo con biciclómetros y sin aparatos.