Su variado repertorio incluye desde clásicos a arreglos de temas de grupos de «heavy»
16 abr 2024 . Actualizado a las 16:18 h.Dos días por semana, los miércoles y los viernes, el Conservatorio de Música Profesional de Viveiro acoge los ensayos de una formación única: el Coro del Conservatorio. Una agrupación formada por entre 55 y 60 voces femeninas y masculinas con edades comprendidas entre los 12 y los 70 años procedentes de Viveiro, O Vicedo, Cervo, Burela u Ortigueira, y que es capaz de ayudar al público a canalizar todo tipo de emociones, generando una importante sensación de bienestar. Ocurrió, por ejemplo, en el concierto que ofrecieron hace un mes, dentro del programa de difusión cultural Adral previo a la Semana Santa, en la iglesia de San Francisco.
Ese día, además de interpretar obras de Mozart, Caccini o Xoán Montes, la formación rindió un pequeño homenaje a Óscar Fernández, músico de Viveiro muy querido que falleció hace unos meses a los 37 años, con el tema Who can sail without the wind. «Foi moi emotivo. Acabou chorando xente que non coñecía a Óscar», relata con emoción Antonio Álvarez, Dosi, director del Conservatorio y fundador y director de un coro puesto en marcha hace alrededor de 25 años. De ellos, dos fue dirigido por Vicente Casas y Mariluz Bermúdez.
«O máis importante, ademais de facer música, é compartila con amigos, alumnos... Ser todos parte de algo, formar comunidade», Antonio Álvarez, Dosi, director del Conservatorio de Viveiro
La formación es fruto de la asignatura de Coro que se cursa en varias especialidades del grado profesional de música, como guitarra, piano y gaita. En las demás ramas es una asignatura optativa. Pero tiene algo que «engancha», como resalta Álvarez, y hace que antiguos alumnos continúen en el coro o vinculados a él de alguna manera. «Quero dar as grazas a toda a xente que sen estar xa como alumna sigue participando, achegando ideas, repertorio.. Sen sexa xente o coro non podería existir como existe agora e ter a calidade que ten», reconoce.
De Perosi a War Cry
De ahí que el abanico de canciones que canten sea «tremendamente variado». Desde temas de autores clásicos como Perosi o Mozart, a arreglos de otros como Nana, de la banda de heavy metal War Cry; It must have been love, de Roxette; la canción I will follow him, popularizada por la película Sister Act (Una monja de cuidado) de Whoopi Goldberg, e incluso algunas de Adele o La oreja de Van Gogh.
«Facemos obras a catro, cinco, seis ou sete voces», explica Dosi, que destaca que el coro es más que un grupo de gente que se reúne para cantar. «É un grupo de amigos que despois organiza pinchadas, karaokes..., que ten relación persoal. E iso é o mellor. Síntome súper satisfeito porque o máis importante deste tipo de agrupación, aparte de facer música, e música que che gusta, é compartila con amigos, con alumnos... Ser todos parte de algo. É máis importante a parte de sociabilización que a parte musical», relata. Y añade: «É moi gratificante cando una serie de rapaces nun concerto están totalmente serios, no seu papel, traballando para algo concreto e poñendo o corazón». «O que engancha é traballar para algo, sentirse parte de algo, formar parte da comunidade», finaliza.
Antiguos miembros del coro trabajan como profesionales de la música en lugares muy diversos.
Ensayos. Los miércoles y los viernes en el Conservatorio de Música de Viveiro.
Detalle. El domingo, 21 de abril, a las 12.30 horas en el auditorio de Burela, dentro de Mariñaencanto, 18 componentes del Coro del Conservatorio de Música de Viveiro colaborarán en el primer encuentro de coros infantiles y juveniles de A Mariña lucense. Organiza la Fundación Xesús Bal y Gay.