Aunque la adminsitración de Carril abrió sus puertas en el año 1987, el más generoso premio de su historia lo repartió en 1998, cuando la lotería de Navidad aún se cantaba en pesetas. Entonces tocó el segundo premio, y los clientes del bar Alegría de Rubiáns, la Chabola de A Illa y algunos agraciados más de O Grove se repartieron entonces 7.200 millones de pesetas. De aquella odisea queda constancia en un diploma que los loteros lucen orgullosos en su administración.
Los demás premios fueron más discretos, aunque todos ellos son motivo de alegría para quien vive de repartir suerte. «Entreagamos dos de cien millones de pesetas de la Lotería Nacional, y también una Primitiva de catorce millones», recuerda Elvira. Todo ello, sumado al premio de esta semana y actualizado en la moneda europea, supone 46.269.464 de euros adjudicados desde Carril.
Elvira reconoce que siempre que entregan un premio aumentan las ventas. «Por supuesto, las administraciones se hacen dando premios». Y ella tiene la experiencia de cuando repartieron el segundo de Navidad, porque en los años siguientes les arrancaban los décimos de las manos. «Así que es bueno para todos -reconoce-, y más en estos tiempos que corren».