No es cuestión de descubrirle al personal a estas alturas en qué consiste la oktoberfest , la fenomenal parranda popular, multitudinaria y absolutamente cervecera con la que la ciudad teutona de Múnich recibe el otoño desde fecha tan lejana como 1810. Pero sí es conveniente, y mucho, comunicar al respetable que en Vilagarcía también es posible disfrutar durante esta semana de la mejor birra alemana, al tiempo que la clientela menea el bigote con la salchichas, el puré de patata y el pan de centeno con los que los rubicundos germanos acostumbran a ponerse las botas. La cita se entabla cada día, a a partir de las seis de la tarde, en la cervecería Dolce Vita, en plena avenida de A Mariña.
El homenaje que el establecimiento regentado por Jesús Lindner brinda a la oktoberfest cuenta con dos tipos de cerveza germana con los que combatir radicalmente la sed: la Spaten Oktoberfest Bier y la Hacker-Pschorr, esta última, que se sirve por primera vez en España, un tanto más potente que su compañera. Para resumir, nos han contado que se trata de una clase de birra cosechada y macerada con nocturnidad y alevosía para que su dorado producto llegue a octubre en las mejores condiciones. Así, el cereal se recolecta en marzo para que el líquido más elemento de cuantos en el mundo son pueda reposar tranquilamente durante tres o cuatro meses. De ahí a las gigantescas mesas muniquesas solo hay un paso, que por gentileza del Dolce Vita puede ahora recorrerse en casa, sin necesidad comprar a toda prisa un billete en Air Berlín. Hablando de volar, ojo, porque como recuerda la tonada uno bien puede ir polo aire e vir polo vento. Suso dispone también de espumosas garimbas sin alcohol, tal vez no tan sabrosas pero sí útiles llegado el caso.
Probablemente en Vilagarcía sabríamos mucho más de la oktoberfest de haber culminado en feliz hermanamiento aquel viaje que un viejo alcalde y un concejal amigo rindieron a Múnich hace años. En todo caso, Suso nos lo pone más fácil al resto. Que se lo cuenten a Pablo y a Juanky, quienes al mejor estilo ferrolano brindaban ayer en el Dolce antes de atacar las blancas y ahumadas salchichas. Como para jurar en alemán y en arameo.