Llevaba tres semanas siendo protagonista pero en los entrenamientos. Con David lesionado y Vila entre algodones por sus molestias en una pierna el juvenil Beni era el único guardameta útil. Los partidos iban pasando y Vila aguantando, hasta que en el descanso del encuentro del pasado domingo contra el Barco el cancerbero vilagarciano le dijo a Manolo Núñez que ya no podía más.
Y el técnico tuvo que llamar a Beni. No había otra opción. Era toda una papeleta para el juvenil, que además saltaba al césped del Salvador Otero con un 0-1 en el electrónico. Pero todo comenzó a ir bien a partir de ahí. Janeiro empató pronto y el debutante «non tivo apenas traballo», recuerda su entrenador. El Céltiga ganó y, como dice el técnico, el chaval tendrá un par de cosas buenas para recordar.
El problema llega ahora. Vila no podrá jugar el domingo y David todavía comenzó a trotar la pasada semana así que Beni, salvo novedad, tiene muchas papeletas de volver a tener que ajustarse los guantes para defender la portería del Céltiga en la cita ante el Alerta Traviesas. «Si ten que xogar, xogará», sentencia Núñez. El técnico apunta que el guardameta «está traballando ben» pero en una posición tan específica cuenta con el gran condicionante del físico. Pero si Beni juega y el Céltiga gana sobre césped artificial, más que un portero será un talismán.