«Somos buenos gourmets, hoy toca empanada de zamburiñas»

roi fontoira VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

RICARDO OTAZO

Celtas Cortos asaltan la playa de A Concha con su folk reinventado

15 ago 2012 . Actualizado a las 06:56 h.

Celtas Cortos llegan hoy a Vilagarcía con un aroma galaico que va más allá de esa -evidente- alusión a los moradores primigenios de las tierras del noroeste. Se trata de Antón Davila, un músico natural de Bueu, que ya lleva cerca de dos lustros soplando gaitas y flautas en esta banda vallisoletana. Y, lo primero que dice: «Por favor no me preguntes por el nombre de la banda». Hecho.

-Están en la carretera. ¿Cómo va la gira Vivos & directos?

-Ayer estuvimos en Ciudad Real, hoy Vilagarcía, luego volvemos a Valladolid... Mucha carretera, pero la gente se lo está pasando bien. De hecho, siempre saco una foto del público al final de los conciertos y no se ve una cara seria.

-En Vilagarcía se espera con ganas el concierto. ¿Cómo es el público gallego?

-En estos 9 años he estado tocando varias veces en Galicia, y el público gallego es muy cálido, le va la fiesta y le va la marcha. Y hoy lo van a demostrar. Seguro.

-Hoy toca concierto playero. ¿Corre peligro si llueve?

-Para que se cancele tienen que ocurrir muchas cosas. Las condiciones meteorológicas tienen que ser bastante serias... No creo que tengamos problemas.

-Cuando entró en la banda sustituyó a Carlos Soto, uno de los miembros originales.

-Es una sustitución en el escenario, porque como institución es insustituible, su pegada en Celtas Cortos es muy grande.

-Pero Jesús Cifuentes era el gran ausente cuando fichó por Celtas Cortos.

-Jesús estuvo en un par de proyectos paralelos, y sí, en esa etapa estaba Antoine Muñoz, un cantaor de flamenco que estuvo trabajando con nosotros. Y lo hacía bien, fue muy profesional.

-¿Cambio algo con su vuelta?

- Si, evidentemente. Porque Celtas Cortos y Jesús Cifuentes son indisolubles, uno no puede estar sin el otro. Y a la gente le gustan las cosas como han estado siempre. La vuelta de Jesús supuso una renovación del público. Estamos muy sorprendidos y agradecidos, porque en las primeras filas se ven muchos quinceañeros.

-En la página web animan la interacción con los fans. De hecho, incluso ofrecen una cata.

-Si, al final de cada concierto hacemos un cata de vino Bermejo y cerveza de autor con los fans que ganan un concurso. Se hace a través de las redes sociales y suele ser una pregunta facililla... Es una manera de innovar, y Celtas Cortos está siempre intentando seguir en la brecha.

-En las Rías Baixas se produce bastante producto embriagador...

-Si, todos somos buenos bebedores de vino. Y no digo abusadores, sino bebedores. Yo suelo llevar Albariño para traerme Ribera del Duero, porque allí también tienen unos caldos muy buenos. Además, se conocen los productos gallegos. Hoy toca una empanada de millo con zamburiñas, que es espectacular... Como puedes ver, todos somos unos buenos gourmets.

-En «Tranquilo majete» se habla de esa gente que se queda en el sofá mientras todo va tan mal como hoy en día.

-Sí, muchas letras de Cifu -Jesús Cifuentes- son atemporales, porque siempre se pueden aplicar a muchos momentos de la vida.

-¿La crisis sienta bien a la hora de escribir canciones?

-De entrada, la crisis nos pone a todos nerviosos, y los creadores creo que necesitan cierta tranquilidad. Y aunque dicen que los tiempos complicados agudizan el ingenio, creo que para escribir buenas letras y buena música es mejor estar tranquilo.

-¿Qué se va a encontrar la gente que se acerque al concierto?

-Una gran fiesta, con gente pasándoselo bien, celebrando juntos una noche de verano, con buena música y buen ambiente.

antón davila gaiteiro y flautista de celtas cortos