La angustia de una familia perseguida por un camionero imprudente que les golpeó por detrás: «Un pouco máis e mátanos aos catro»

Aún tiene el susto en el cuerpo Marcos Mauriz. Él y su familia vivieron una escena de mucha tensión el pasado mes de diciembre con un camionero. Aficionado al mundo de las bicicletas, regresaba con su mujer y sus dos hijos de una ruta de bici de montaña celebrada en Ribeira cuando el conductor de un camión intentó apartarlos de la carretera, concretamente de la N-634, entre Mesía y Curtis (A Coruña). Mauriz lo recuerda así: «Faltaba pouco para chegar ao noso domicilio, en Aranga, cando vimos que un camión nos adelantaba a nós e a outro coche nun cambio de rasante. Era una maniobra imprudente porque, de feito, viu que viña outro turismo de frente e volveu ao carril botándonos ao arcén».  En ese momento ya se llevaron un importante susto, pero para nada imaginaron lo que sucedería después.

Tras este primer episodio siguieron circulando y al llegar a una recta con visibilidad, Marcos le pidió a su mujer, que iba al volante, que le adelantase para comprobar a qué empresa pertenecía el camión. «Quería comunicarlle aos seus responsables o que fixera», explica el hombre. Pero nada más lograrlo, el conductor del vehículo pesado se pegó a su turismo «acelerando cada vez máis e pitando sen parar». Fue en ese momento cuando el hijo mayor del matrimonio se dispuso a grabar la escena, completamente atemorizado. El chaval iba durmiendo, recuerdan, y se despertó del susto. 

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La familia vivió momentos de angustia con el camión pegado a su vehículo. «Non freou en ningún momento e aceleraba cada vez máis. Case nos mata», explica Marcos. «Finalmente separouse un pouco e adelantounos, pero decidimos seguilo e chamar a Garda Civil, que o parou en Vilalba», añade. En el vídeo se escucha al padre hablando con los agentes bajo los gritos de su hijo y los nervios de su mujer, desesperada. «Mamá, acelera, que nos aplasta!», gritaba el pequeño. 

Además, cuentan (y así se aprecia en la grabación) que el conductor llegó a golpear su coche, que llevaba instalado un portabicicletas en la parte trasera y, según dice la familia, quedó inservible. «Dúas das bicicletas tamén resultaron danadas, pero o importante é que estamos aquí para contalo e que non nos pasou nada, porque un pouco máis e mátanos aos catro», recuerda el padre de familia.

La Guardia Civil le dio el alto al camionero en Vilalba, acusándolo de un delito por conducción temeraria. «Negou os feitos e dixo que fóra culpa nosa, que íamos frenando, pero segundo viron o vídeo os axentes xa se deron conta da realidade», indica Marcos, completamente indignado ante la situación que les tocó vivir. «Eu o que pretendo con todo isto é que a xente se de conta de que non é un feito illado, isto sucede a diario nas carreteras», sentencia. Y concluye: «Xente así, con esta actitude, non debería ter carné de conducir». 

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