La mujer de Dorado declara que solo hacía tareas administrativas

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

AROUSA

21 may 2014 . Actualizado a las 14:58 h.

La esposa y dos hijos de Marcial Dorado declararon ayer en el juicio que se sigue contra este en la Audiencia Nacional por blanqueo de dinero procedente de la droga. Tanto Otilia Ramos como Marcial Dorado Dorado Fariña y Lidia Dorado Fariña, para los que la fiscala pide una pena de seis años a cada uno de ellos por formar parte de la organización dirigida por el narcotraficante gallego, negaron las acusaciones.

Los tres minimizaron su papel en las sociedades de Dorado, que, según la Fiscalía, formaban un entramado que tenía como finalidad blanquear grandes cantidades de dinero procedentes del tráfico ilícito de estupefacientes y en el que, de acuerdo con lo que explica en su escrito, ocupaban puestos relevantes. Otilia Ramos y Lidia Dorado insistieron en que realizaban tareas meramente administrativas en el grupo de empresas familiar y que la nómina mensual que cobraban era de unos 1.000 euros.

Sin embargo, la fiscala enumeró las empresas en las que Ramos era administradora o apoderada, lo que la declarante admitió. Esta insistió en que «no llevaba la gestión, la contabilidad, la tramitación, la administración, el día a día; había un contable. Yo llevo el trabajo administrativo». Lidia Dorado reconoció que viajó a Suiza con Ramos, pero no para hacer ninguna gestión respecto a las cuentas de su padre en Suiza. Tanto ella como su hermano declararon que se han enterado ahora de que estaban autorizados en dichas cuentas.

Dependiente y viticultor

Marcial Dorado Fariña señaló que nunca ha utilizado los poderes que tenía en las empresas de su padre. Explicó que empezó trabajando como dependiente en una ferretería del grupo y que desde hace años se dedica a la producción y comercialización de vino en Portugal. Afirmó que el negocio iba muy bien hasta que que se iniciaron los procesos contra su padre, a raíz de lo cual ha perdido el 60 % de sus clientela. Pidió al tribunal que le permita no acudir todos los días al juicio porque si lo hace perderá con toda la seguridad toda la producción de este año, ya que es el único que se encarga de una extensión de nueve hectáreas de viñas.