La Defensora del Pueblo pidió que abrieran en verano y Cáritas cree que es solo un parche

La Voz

AROUSA

10 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El problema de los niños con riesgo de malnutrición ya provocó una polémica hace unos meses, cuando Cáritas dio a conocer un informe que decía que más del 20 % de los menores españoles no disponían de alimentos suficientes. La cifra le pareció excesiva a algunos miembros del Gobierno que llegaron incluso a cuestionar el trabajo de Cáritas.

Lejos de agotarse, el caso lo reavivó la semana pasada la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que pidió que los comedores escolares permaneciesen abiertos en los meses de verano para cubrir las necesidades alimenticias de los niños de esas familias sin ingresos que no tienen ni para dar de comer a los pequeños.

Sobre esa propuesta se le preguntó la semana pasada a los responsables de Cáritas Interparroquial de Arousa quienes, sin criticar la idea de Soledad Becerril, puntualizaron que esa iniciativa no iba a solucionar el problema de fondo, que es la situación en la que se encuentran las familias sin recursos. «Hay que atacar el problema desde la raíz, porque son los padres los que tienen que alimentar a sus hijos, eso es muy importante. No deja de ser una solución de emergencia, pero tiene que ser la familia la que eduque y alimente a sus hijos», indicó Francisco Fernández, director de la entidad. Y el consiliario de Cáritas, el párroco Manuel Castroagudín, añadió: «Pan para el cuerpo y afecto para el alma, mal vamos si falta alguna de las dos cosas».