04 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.
Dos rottweiler y varios vigilantes, «con armas de fuego», reciben desde el lunes a la plantilla de Lantero en O Pousadoiro. El comité asegura que este despliegue cuesta 100.000 euros al mes, «menos de lo que cobran los 32 compañeros a los que quieren despedir». «No somos ni vándalos ni terroristas, esta es la empresa de la que comemos», subrayan los trabajadores, denunciando la «militarización de la fábrica, convertida en un Guantánamo, en un campo de concentración». foto mónica irago