«Vilagarcía y la comarca tienen que reinventarse»

manuel blanco VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Llegó a la caja con 24 años; hoy la deja tras haber sido un actor crucial de la vida económica y social de O Salnés

18 ene 2015 . Actualizado a las 04:56 h.

Javier Villaronga (Vilagarcía, 1959) ha sido profeta en su tierra. Entró en la Caja de Ahorros de Pontevedra con 24 años para forjar una carrera que lo llevó a convertirse en el director comarcal de Caixanova primero y de Abanca después. Durante buena parte de estos tres decenios, ha sido un actor principal de la vida económica y social de O Salnés. Esta semana dijo adiós a sus responsabilidades en el banco. ¿Su reflexión de despedida?: «Estoy eternamente agradecido por la confianza de mis clientes, incluso en momentos en los que era difícil hacerlo, y también por el apoyo de mi equipo, una gente extraordinaria, competente y leal». Su futuro hoy es una incógnita. Su salto a la política parece improbable a corto plazo pese a que constantemente le han llegado cantos de sirena.

-¿Por qué decide abandonar el banco tras treinta y un años de carrera en la entidad?

-Pues decido salir porque a raíz de la intervención del banco, se aprueba un ERE y surgen unas condiciones especiales, que no son malas, para los mayores de 54 años. Es una oportunidad que surgió y que he decidido aprovechar desde el punto de vista de las condiciones de salida. Desde el punto de vista profesional, creo que podría haber seguido trabajando perfectamente y al mismo nivel y con la misma ilusión y ganas. Pero las circunstancias son las que son y esta es una oportunidad que no podía desaprovechar.

-¿Cómo valora estas tres décadas de trabajo en la caja primero y ahora en el banco?

-Cuando entré en el banco tenía 24 años, y empecé a asumir responsabilidades siete años después, hasta acabar teniendo la máxima responsabilidad aquí en la zona. Valoraría muchas cosas, pero quizás la que más deba destacar es el haber colaborado a que la comarca haya progresado económicamente con el apoyo de la entidad, socialmente también, aunque en materia de obra social, los gallegos perdieron mucho con la desaparición de las cajas. Lo más importante para mi es que desde donde estuve intenté colaborar a nivel de empresas, pymes, familias... Firmamos convenios con colectivos, con sectores productivos, con la hostelería, el comercio... Intentamos apoyar para que la comunidad mejore. Y en estos treinta años mejoró muchísimo todo, aunque debe seguir haciéndolo evidentemente.

-Esa era la siguiente cuestión. Su carrera, y las responsabilidades que ha ocupado, han sido una suerte de mirador para analizar la evolución de la comarca. ¿Cuál es su opinión en este sentido?

-A nivel social y económico la comarca desde el año 84 hasta ahora mejoró muchísimo. Bien es cierto que pasamos momentos complicados como la crisis del 92 y 93, y sin embargo esta crisis ha sido peor. Hasta el 2006 la comarca crecía y crecía, pero esta crisis nos ha hecho mucho daño. Han caído muchas empresas en estos años: Cuca, Megasa, Lantero ahora. Los últimos años han sido duros, pero espero que esto se reconduzca. Es importante que en estos momentos complicados todas las administraciones se vuelquen en apoyar los sectores productivos.

-Usted conoce bien el tema de Lantero, realmente esa puede ser la puntilla para el sector industrial de la comarca.

-Vilagarcía y la comarca tienen que reinventarse. Disponemos de suelo industrial tanto en el polígono de Baión como en el de Barro-Meis o el Pousadoiro. La situación de estas empresas no se puede consentir. El tema de Lantero, que aún está vivo, debe solucionarse. Tengo muchos amigos ahí trabajando y es una auténtica desgracia.

-Desde el punto de vista personal, ¿cuál ha sido el peor momento de su carrera profesional?

-El peor momento en el banco fueron las dudas de solvencia y el tema de las preferentes. Eso nos hizo mucho daño, como el tema de las indemnizaciones de los directivos. Pero a pesar de todos aquellos problemas, a día de hoy seguimos gozando de la confianza de los gallegos, que nos demostraron tener mucha paciencia y que supieron apostar por nosotros. En el caso de las preferentes, prácticamente todo el mundo ha recuperado el dinero ya y espero que, como dijo Juan Carlos Escotet en su día, y así lo ha cumplido, todos acaben recuperando el dinero. Me gustaría añadir en este sentido que los que sufrieron los peores momentos fueron los compañeros que estaban en las oficinas, unos excelentes profesionales, gente comprometida, que supo estar a la altura de las circunstancias y aguantar el chaparrón. Y que al final se desvivieron para que la gente cobrara.

-¿Y el mejor momento?

-Me quedo con lo que hizo primero la caja, y después el banco, en la zona. Nosotros fuimos unos servidores para la comunidad desde el punto económico, apoyando a empresas y familias, pero también en el social, colaborando con colectivos, clubes deportivos, con cualquier iniciativa que surgiera...