La huelga constituyó una especie de catarsis para la sociedad vilagarciana, que despertó para respaldar a los trabajadores en lucha. Dos manifestaciones y una multitudinaria concentración final, que llenó A Peixería hasta la bandera, funcionaron como prolegómeno del pleno en el que la corporación mostró su apoyo unánime a la plantilla, vaciando de contenido además el convenio urbanístico que hubiese permitido a Lantero desarrollar la parcela de la vieja fábrica de Rosalía de Castro. Esos terrenos son lo único que sigue en manos de sus antiguos propietarios tras la venta de la fábrica a DS Smith.
Por el campamento de la dignidad, que se mantuvo en pie durante 118 días con sus 118 noches, pasaron el entonces coordinador de IU, Cayo Lara, el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y la diputada del BNG Montse Prado, entre otros. Claro que para visitas, la que Jesús, el protagonista de Holy Night, que anoche peleaba por el Goya a la mejor película de animación, rindió a O Pousadoiro. Qué decir de David Bustamante, que posó en la trastienda de Luar con la camiseta «Ou todos ou ningún» a petición de un miembro de la plantilla que asistía a la grabación del programa. «Lo que queráis», llegó a decir.