Nieves Loperena vende y alquila libros al peso para todos los públicos con su librería sobre ruedas
19 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En los tiempos de los libros digitales y de la lectura en dispositivos móviles todavía hay quien sigue comprando libro al peso. Sí, a ocho euros el kilo y en función de lo que marque la balanza. Ocurre en los mercados de Vilagarcía y de Vilanova y es posible gracias a la Furgolibro, una suerte de librería rodante que lleva su género por toda Galicia. La iniciativa nació hace cinco años de la mano de Nieves Loperena y, poco después, la furgoneta cargada de páginas y páginas aparcaba en Vilanova, hasta hoy. Este viernes volvió a echar el freno en las inmediaciones del jardín Umbrío cargada de literatura. Lo que tiene más tirón son los libros para niños, la novela policíaca y de intriga y, como no, la romántica. El lector puede conseguir una apasionada historia de amor por solo 0,80 céntimos y, si lo prefiere, alquilarla siguiendo un curioso sistema de descuentos. Por cada libro devuelto en la furgoneta, el cliente recibirá un descuento del 50 % en la compra del siguiente ejemplar, y así puede estar leyendo durante meses, siempre a mitad de precio.
Parece un modelo propio de otros tiempos, pero en el siglo XXI está demostrado que funciona. «Hay que gente que lee mucho y con este sistema le sale mucho más barato. No todo el mundo puede pagar veinte euros por un libro que va a leerse en cinco días», explica Nieves.
Tras cuatro años en Vilanova, se ha hecho una cartera fija de clientes que aumenta considerablemente en verano gracias a los turistas. Y alguno, además de comprar, aprovecha esta plataforma para hablar de lo que más sabe. Furgolibro, además de la compra-venta, organiza actividades de promoción de la cultura mediante la organización de charlas en las plazas a las que acude. No hay más que solicitarlo y Nieves coloca las sillas para crear una suerte de ágora improvisada. En Vilanova, Ignacio ya lo ha hecho en dos ocasiones para hablar sobre la primera y la segunda guerras mundiales.
Los libros de segunda mano no solo ofrecen una oportunidad a quienes no tienen o no quieren emplear mucho dinero en la lectura; también ofrece una salida a aquellos que quieren vaciar la estantería de casa, bien porque le hace falta espacio, bien por que precisa recaudar unos euros extra. Las herencias son buenas proveedoras de la Furgolibro y es por esta vía por la que llegan los ejemplares más meritorios. Estos no van a la pesa. Cuando Nieves se encuentra con un libro firmado por Blanco Amor o con una edición del siglo XVIII sobre el arquitecto Vitruvio, lo aparta y le pone precio, que puede alcanzar los 80 euros. Es el material que más buscan los coleccionistas y los libreros de viejo. El gran público se decanta por las novelas, los libros de historia, cómics y hasta revistas. En la Furgolibro cabe de todo, y lo que no entra en un viaje, se puede encargar para la semana siguiente. Para eso está la librería Tía Ni, con sede en A Lama, que actúa como almacén y centro de distribución.
La Furgolibro recorre todas las semanas cientos de kilómetros para estar los martes en Gondomar y en Vilagarcía, los viernes en Vilanova, los sábados en Ponteareas y el primer domingo de cada mes, en Ourense. En verano se desplaza, además, a Playa América, y no se pierde citas especiales como la del 18 de mayo, cuando participará en el día de los museos aparcando en el museo de Liste, en Vigo.
Toda ocasión es buena para vender cultura, también en papel y de segunda mano, y la pandemia ha jugado a favor. «La gente se cansa de tanta televisión», apunta Nieves Loperena. «Si fomentas la lectura, al final, la gente se engancha porque los libros abren muchos mundos y desde ellos puedes acceder a todo. También decían que el cine iba a ser la muerte del teatro, y ahí está. Cada cosa tiene su espacio», añade.